jueves, 30 de junio de 2011

Travesera Picos de Europa (25/06/2006)


Nunca me había encontrado en esta tesitura, el mismo día de la prueba tenía dudas de participar o no.

Todo empezó el día antes, jueves, cuando me desperté con 37,7 de temperatura, malestar corporal, dolor de cabeza…, después de mucha agua, zumo de naranja e ibuprofenos, decidimos el viernes arrancar hacia Picos de Europa (Eneritz, Ángel, Maribel y yo), allí nos encontraremos con Ramón y Nerea (primos de Eneritz).

La Travesera Picos de Europa es una carrera familiar que trascurre por el Parque Nacional de Picos de Europa, lo que hace que el numero de corredores que tomamos parte de la carrera a las 12 de la noche del viernes 24 de junio, no sea muy elevado, 260 corredor@s.

Una vez reunida la hinchada en la salida del aparcamiento de Repelao (Covadonga), me despido de estos hasta la mañana siguiente. Me acerco a la salida donde charlo con Txus Romon que esta junto a Salva Calvo y Gaizka Itza y me comenta la dureza de la carrera y sus buenas sensaciones. También hablo con Edu Makinez el cual no me comenta lo mismo sobre sus sensaciones.

Son las 24 horas de 24 de junio, asi que ya no hay marcha atrás, nos enfrentamos a 74 km de carrera con un desnivel acumulado 13.000 m (6.560 positivos, esto es como subir del mar a una montaña de 6.560 m) atravesando los tres macizos de Picos de Europa (Cornion, Urrielles y Andara).

Desde una modesta megafonía nos dan los últimos consejos e indicaciones y la salida de la VIII Travesera Picos de Europa.

Fruto de la dureza de la carrera y de la fiebre sufrida el día anterior decido salir muy tranquilo, todos sabemos que las salidas de caballo andaluz, son llegadas de burro manchego.

Primeros metros por carretera hasta llegar a Covadonga donde nos metemos en el monte para ya no dejarlo hasta final de carrera.

Hace buena noche y ya en los primeros km la segunda camiseta me sobra, por lo que decido ponerme en manga corta.

El uso de bastones en esta carrera es más que recomendable, más aun si estas recomendaciones vienen de parte de Zigor Iturrieta. Desde el primer metro de la carrera la pendiente es de subida y esta va en aumento, así que el personal esta haciendo uso de los bastones. Apesar de no tener intención de empezar a darles uso tan temprano, culo veo, culo quiero, yo no voy a ser menos. Es la primera vez que voy a usarlos, asi que los primeros km son de adaptación e improvisación.

Estamos subiendo hacia el primer avituallamiento, Vega de Enol km 11,5 (Los Lagos) por unas campas donde relucen de seguido a escasos metros nuestro unos puntos blancos que cuando los iluminamos con el frontal nos percatamos que son los ojos de las vacas que pastas sin inmutarse de nuestra presencia. Subimos por campas húmedas, a veces embarradas, cuando en una de estas, meto el bastón en el barro para darme impulso y crack!!! A tomar por culo el bastón, se me ha partido por la mitad, es el bastón de Ángel, el otro es de mi aita, intento arreglarlo pero no tiene solución. Intento atarlo y ponérmelo en la mochila con las gomas. Es el km 7 de carrera.

Lejos de cabrearme conmigo mismo intento quitarle importancia y no pensar más en ello, así que continuamos ascendiendo hasta el primer avituallamiento donde me informan de que voy el 63, madre mía que mal. Aunque no me preocupa, tampoco me gusta. Recargo liquido y tiramos para adelante, ya que nos quedan otros 11 km hasta la primera cima, Jou Santu (2.113 m).

No vamos en un grupo compacto como en Hiru handiak, donde permanecimos muchos km un grupo de 8-10 corredores juntos hablando, charlando…, aquí cada uno va a su rollo, nadie habla y no hay ningún grupo.

Me junto a la primera chica pero tras un tiempo con ella decido acelerar el paso.

Llevamos prácticamente desde la salida de carrera subiendo y después de 3 h 48 min de ascenso logramos llegar a Jou Santo, km 22 (2000 m de ascenso).

Casi desde la cima de 2000 m de altura se ve en la oscuridad de la noche abajo del todo las luces del pueblo de Caín, próximo avituallamiento en el km 29,6. Tenemos que bajar 1.650 m en 7,5 km por un terreno muy, muy técnico, con un constante mar de piedras calizas que obliga la concentración permanente y no permite relajarte ni un minuto.

El ritmo que imparto no es muy elevado ya que estamos a principio de carrera, es una bajada larga y no veo recomendable forzar los cuádriceps a estas alturas de carrera. A pesar de ello, me sorprende la cantidad de corredores que adelanto sin mayores esfuerzos, de hecho, pienso para mis adentros que yo tendría que ser el adelantado por el ritmo que llevo.

Después de un largo, empinado y complicado descenso de aproximadamente hora y media, por fin llegamos a Caín a las 5 h 20 min.

Avituallamiento, recargamos liquido, comemos algo y rápidamente tiro para arriba. Me han informado de cómo va la cabeza de carrera; un tal Francisco va primero, no le conozco y me sorprende. En este punto me sacan una hora y cuarto, uff prefiero no pesar en eso.

Me mentalizo para afrontar 2000 m de desnivel en 10 km, una brutalidad. Como dato comentaros que en todo Europa no encontramos un sitio con semejantes desniveles en tan pocos km. En resumen, pasamos en 10 km de Caín (460 m) a Horcada de Caín (2.344 m).

Poco a poco vamos subiendo ayudado de mi único bastón. Aprovechando mis momentos de soledad, que es prácticamente la totalidad del tiempo, para grabar unos videos por el móvil que quería colgar en facebook al momento pero la falta de cobertura me lo impide.

Poco a poco va amaneciendo y esto, psicológicamente es un paso más, el hecho de quitarme el frontal es sobrepasar una barrera más mental que física.

Disfruto del amanecer y no paro de mirar al entorno tan poco usual para mí. La belleza de estas montañas me dejan perplejo y hace que mi mente se distraiga observando como el sol empieza a calentar la parte más alta de las picos.

Por momentos me acuerdo de mi fiebre de ayer y me alegro de que no haga acto de presencia en esta carrera, aunque si puede que haya provocado consecuencias. Soy consciente de que no voy al ritmo que esperaba pero esta carrera es muy larga y prefiero ser precavido.

El ritmo es lento pero constante, la pendiente es durísima y estoy inmerso en pensar únicamente en el siguiente paso. Son pasos pequeños pero constantes, me recuerdo a las imágenes de los alpinistas cuando están haciendo cima con avances minusculos y escalonados.

Después de poco más de 3 horas, hacemos cima a la Horcada de Cain a las 8 h 25 min. Ahora tenemos que bajar poco más de 2 km hasta el refugio de Vega de Sotres donde tenemos el avituallamiento. Lo que en un terreno normal podríamos tardar entre 10 y 15 minutos, aquí lo doble y llego a tardar 35 min.

Llego al refugio de Urriellu alrededor de la 9 de la mañana donde me rellenan muy amablemente los botellines. Como y pregunto por si hay cobertura en la zona, quiero llamar por teléfono a la hinchada para informarles que voy peor de lo que pensaba y que voy mal de tiempo. Todo intento de obtener una rallita de cobertura es en vano, ya que las palabras “sin servicio” en mi móvil, es una constante.

Bueno, después de este pequeño descanso nos toca subir hasta la cima de carrera, Collada Bonita (2.382 m). Son poco más de dos km que tardo alrededor de una hora. Una vez arriba aprovecho la ocasión para disfrutar de la belleza con la que nos brinda la naturaleza con un paisaje que me deja boquiabierto con el Naranjo de Bulnes destacando su carisma sobretodos los demás.

Queda más que constatado que hoy no es mi día, los tiempos de paso lo dicen todo, no noto nada raro en particular, simplemente que voy lento, no voy sobre los tiempos pensados, no sé si la fiebre de ayer me habrá restado fuerza o si hoy no es mi día sin más, pero no me obsesiono, estoy disfrutando.

Después de un breve descanso (cuando digo breve, me refiero a 30 segundos), empezamos el descenso de 5 km hasta Vega de Sostres (1.300 m de descenso) . La primera parte del este, lo hacemos ayudados de cuerdas. El calor aprieta de lo lindo, voy con otros dos corredores por una dura pendiente cuesta abajo por donde en muchos casos tenemos que andar saltando de piedra en piedra en un terreno donde la caliza se agarra a la zapatilla como un niño a un chupa chups.

Poco a poco vamos bajando, voy el primero de los tres, cuando de repente me tropiezo y me caigo, “cuidado, estas bien?, una caída aquí puede ser muy mala” me comenta otro corredor, “creo que sí” le contesto mirándome la rodilla, ya que ha sido la más afectada, junto con la malla.

Me quedo un poco rezagado a un ritmo más lento esperando que se me pase el dolor del golpe.

Continúo en solitario visualizando a lo lejos Vegas de Sostres donde espero que estén Eneritz, Ángel, Maribel, Nerea y Ramón. Aun estando todavía muy lejos y sin saber al 100% que estarán allí, levanto los bazos ya que me imagino que Ángel estará con los catalejos.

La parte técnica ya acaba, ya estoy cerca y confirmo que la hinchada esta allí presente al oír los ánimos de estos “Venga Txapel !!!”

Llego y tiro el bastón en señal de enfado “Joder que duro es esto” les digo, “¿Qué tal vas Gaizka?”, me preguntan, “bien pero lento, de momento voy bien de piernas” contesto.

Como, bebo, relleno los botellines, comento la carrera, me deshago del material obligatorio (frontal, manta térmica, mallas largas, camiseta de recambio, gafas de sol…), me cambio de ropa y de calzado…

Me lo tomo con tranquilidad, veo que hoy no es mi día y me relajo comentando la carrera unos 10 min. Entre tanto, Eneritz le llama a mi ama para comentarle que voy bien y aprovecho para charlar con ella. Mis aitas y hermanos están en una comida familiar “la Urkijada” y aprovecho la llamada para confirmar que no me da tiempo a llegar a la comida entre risas y comentarios.

Después de este carga de energía alimenticia y sobretodo sicológica, me enfrento a 4 km y medio en los que tenemos que ascender un poco más de 1.000 m.

Las gotas de sudor son una constante cayendo por la nariz, lo que me recuerda de seguido que la hidratación es importantísima, por ello, alterno de seguido el agua y la bebida energética. En cuanto a la comida, los geles, barritas, anacardos o galletas que llevo encima, no es de tan fácil ingesta después de más de 12 horas con el mismo menú.

El ascenso al Collau Valdominguero está siendo durísimo, el paso es muy lento, el reloj incluso por momentos no marca el ritmo de lo lento que voy, será cabrón, me está vacilando. La pendiente es brutal, el terreno por momentos es resbaladizo por la cantidad de piedras pequeñas que hay y la subida largos zig zags es obligatoria.

Por fin hacemos cima, km 52, con 13 horas 45 min, ahora nos espera un descenso no muy pronunciado hasta Jitu donde estará otra vez los mios.

El cansancio empieza a pasar factura, bebo, como, desciendo por un sendero amplio por el que si se va fuerte se puede correr.

Las rozaduras en las ingles y sobre todo las ampollas en los pies, junto con la falta de fuerza son uno de los problemas a los que ahora tengo que enfrentarme. El ritmo es trotón cuesta abajo, no quito la mirada del terreno ya que procuro hacer una pisada plana para no sufrir más de la cuenta con las ampollas.

Ya queda poco para el tan ansiado km 60. Después de este, nos queda una “tachuela” y todo cuesta abajo. Los km empiezan a pasar factura, estoy concentrado en el terreno sin levantar la mirada, simplemente me concentro en donde dar el siguiente paso. Todo ello, junto con mi correr desenfadado en estos momentos, hacen preocupar a la hinchada en el momento en que me ven llegar por el camino.

“Gaizka” me llaman, sigo mirando al suelo sin perder donde poner el siguiente paso, “Gaizka” reiteran, “Que tal vas?”, “jodido” contesto, “te quieres retirar” me insinúa Eneritz, “ni loco, que voy bien, ya es todo psicológico” le argumento. Después de unos minutos de discrepancias en cuanto a mi continuidad en la carrera, la decisión por mi parte es clara, estoy preparado para acabarla y la voy a acabar. Con reticiencias, aceptan mi decisión, aun no compartiendola. Bebo, como, me mojo la cabeza, comento la carrera e intento convencerles de que todo está en orden, sin mucho éxito creo yo.

Les argumento que solo son 14 km, Ángel me informa de que serán entre 2 horas y media o 3, ante lo que me sorprendo y le afirmo que tiene que ser menos de tres horas (Ángel no andaba muy desencaminado).

Son las 15 horas y 10 min cuando retomo la carrera.

Reanudo la carrera con un ritmo inicial bueno, esperando que llegue el último monte para una vez hecha la cima, rodar cuesta abajo hasta el tramo final. El calor es preocupante, mojo la gorra una vez más en un bebedero, adelanto a varios corredores, voy motivado y a buen ritmo, empieza el ascenso, no es ni por mucho duro pero a estas alturas de la carrera cualquier tachuela se convierte en un macizo.

Empezamos a bajar suavemente con pequeños ascensos por senderos estrechos rodeados de arbustos que arañan las piernas. Sigo con buen ritmo, motivado, pero no llega el tan esperado descenso. El calor aprieta, mierda se me está acabando el agua, quedan 8 km y esto se me esta haciendo largo.

Veo como hay un corredor a la sombra acompañado por un espectador a la espera del helicóptero. A posteriori me entero que ha sido un mareo por el calor y deshidratación. Veo llegar al helicóptero, no lo tiene fácil para aterrizar pero la carrera me impide presenciar el “rescate” al completo.

No puedo más, el calor, el cansancio, la sed, el terreno, las ampollas, las rozaduras y la calzada llena de piedras impracticable para coger un ritmo cómodo, hacen que decaiga. No puedo correr.

Miro el reloj, me quedan 5 km, hecho cálculos de entre 25 y 30 min y me parece una eternidad, voy a trancas y barrancas, andando y corriendo dependiente más de la mente que de otra cosa.

Me encuentro con otro corredor tumbado con los pies para arriba medio mareado acompañado de otro corredor, me preocupo por él, me confirman que ya han dado aviso. Les pregunto a ver si quieren algo, esperando egoístamente una negativa por respuesta, como cuando te queda el ultimo trozo del bocadillo y te ves en la obligación de ofrecerlo “quieres un trozo?”, menuda putada si te dicen que si, eh !!!, pues esto igual.

Continuo la carrera a trancas y a barrancas por una calzada romana que no nos deja descanso hasta que por fin, a falta de 500 m tocamos asfalto.

Miro el móvil sin exito para ver si tengo cobertura para avisar a Eneritz de que estoy llegando, ya que son un poco más de la 17.30 e igual no se esperan que llegue todavía. Además, es fácil que estén preocupados por como voy.

Aumento el ritmo, más por dar buena imagen que por ganar unos segundos, aplausos, no veo a nadie conocido, curva 90º en bajada, noto como se me explota una ampolla, últimos metros, a falta de 30 m le veo a Eneritz eufórica animándome, me emociono, me acerco, le choco la mano, les veo a Nerea y Ramón saltando en meta y por fin después de 17 horas y 37 min, la tan ansiada meta !!!!!!!! (puesto 38).

Eneritz viene enseguida muy orgullosa por la carrera, a pesar de la preocupación sufrida.

Mi punto de vista es; orgulloso por superar la carrera pero apenado por el tiempo.

Me sorprenden los ánimos excesivos de Eneritz, ya que mi valoración no es positiva. Me explica que se han retirados muchísimos corredores, que los organizadores han dicho que ha sido la edición más dura por falta de nieve y por el calor... Esto me hace subir un poco los ánimos. Comento la carrera con Asier Irazabal (ha quedado justo delante mío) y con Imanol Aleson (3º en la clasificación) y confirmo la primera posición de Txus Romon y record de la prueba, zorionak Txus !!!

Me junto a Ángel, Maribel, Nerea y Ramón, están bastante más orgullosos de lo que yo estoy. Comento la carrera con ellos y me informan como ellos, no solo ha sido animación deportiva ,sino también ruta gastronómico-sidrera.

Como computo general estoy contento de cómo he superado la carrera a pesar de no irme las cosas como esperaba, de haber sobrepasado momentos duros y en ningún momento pasárseme por la cabeza el abandono, principalmente porque creía que estaba entrenado para ello.

Como aspecto negativo, el tiempo empleado. Desde el primer minuto de la carrera he ido por debajo de lo deseado, no sé si por precaución, por imposibilidad o por debilidad.

Estoy casi seguro que lo podría haber hecho mejor pero o la fiebre, o el bastón, o que no era mi día, lo ha impedido. No me entra en la cabeza que el año pasado hiciera Hiru Handiak en 13 horas y este año estando mejor de forma haga 17 h 37 min en la Travesera.


Datos de la carrera:

Corredores en salida: 260

Corredores en meta: 120

Corredores en meta tras 18 horas de carrera: 78

Pulsacion media: 131 ppm


Comentarios de carrera:

Txus Romon (Campeon de la carrera, 5º UTMB 2008, Record Carros de Foc…) : “(la Travesera Picos de Europa) la más dura del mundo”


Proxima carrera 23 de julio: Maraton de Bidarrai 42 km 195m con 3100 m de dénivel positivo.



Video km 30 (Cain) de noche.



Video km 30 y poco mas (Cain, un poco mas adelante) de noche todavia.



Video un poco mas arriba, parece que quiere empezar a amanecer pero no se ve nada



Video km 35 por fin de dia, subiendo a Horcada de Cain (2.344 m)



Video km 37 mitad de carrera (8 de la mañana)



Video 8.30 de la mañana



Video bajando a Vegas de Sotres



Video Km 41 - Naranjo de Bulnes



Video Km 51 - 12 h 39 min - Que durooooooo!!!!!!!!! Y todavía me quedaban 5 horas



Km 51 y pico - 13 h 21 min - Reflexión sobre la Travesera


Bonito video donde se ve un poco por donde nos meten (en el minuto 5, 11 segundo aperezco subiendo ;-)

2 comentarios:

Víctor Barañano dijo...

Bueno, solo con los retirados ya está todo dicho.
Todos los que os presentais en la salida de estas pruebas sabeis muy bien a lo que vais.
Por lo menos a mi no me ha pasado que un día a las 12 de la noche me diga: "Coño, me voy a hacer 74 km por el monte, que estoy aburrido".
Luego se ve que ha sido durísima.
Todo un reto logrado el terminarla.

Por otra parte, viendo los videos: Que tiembrle Calleja!!!!!.

Felicidades y suerte en la próxima. Teniendo fiebre el día antes me parece una pasada poder terminar.

Txapel dijo...

Pues si Victor, aun no haciendo buen resultado, estoy contento por como afronte la carrera, sabia que estaba preparado para acabarla y en ningun momento se me paso retirarme.

Los videos parece que han gustado pero hay que mejorar, en carrera no me daba cuenta pero aveces solo se ven piedras (tambien hay que decir que no habia mucho mas, je, je, je, como dijo un asturiano al llegar al avituallamiento "estoy hasta los cojones de beber coca cola y ver piedras".

Txapel