Allá por octubre, en la cruz del Gorbea mientras veíamos pasar a los
corredores de la Gorbeia Suzien pedí consejo a un amigo y posteriormente
compañero de carreras, sobre que le parecía hacer Ehunmilak y al de mes y medio
Ultra Trail de Montblanc, "una de 100 millas al año ya es mucho"
fueron sus palabras.
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Perfil de la carrera |
Uno, que es obediente y sabe a quién pedir consejos, le hice caso y por ello
opte por inscribirme a la Goierriko bi handiak (88 km - 6.000 m +), hermana
pequeña de la tan tentadora Ehunmilak.
Viernes 12 de julio, Beasain, poco más de las 22 h 30 min, a falta de menos
de media hora de la salida, nos informan de que la salida se retrasa una hora
debido a las tormentas eléctricas que se predicen en los alrededores del
Txindoki. Zigor lo tiene claro, una hora a sobar al coche, yo la verdad que ni
pienso en otra alternativa y aun sabiendo que no voy a conciliar el sueño, me
tumbaré en el coche para dejar que mi imaginación eche a volar.
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Salida |
Bueno ahora sí, con el tiempo justo llegamos a la salida. Saludos a los
conocidos, aurresku de honor, nos informan de que se suprime el ascenso a
Txindoki por precaución y salida a la G2h 2013.
Primeros metros abarrotados de público por la calles de Beasain, los pelos
de punta, disfrutando del momento me coloco entre los primeros tanteando como está
el mercado, no sé porque intuía que la salida iba a ser rápida pero, o me
encuentro muy bien o mis previsiones no han sido acertadas.
Después de demasiados metros de asfalto, por fin entramos en el monte, el
ritmo es cómodo, la temperatura alta y las sensaciones positivas.
En pocos km me encuentro en cabeza de carrera, no era mi intención ni mucho
menos pero bajando de Lazkaomendo hacia Zaldibia me ha dado la sensación de que
íbamos más lentos que un ritmo cómodo, así que me he dejado llevar por mis
sensaciones.
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Zaldibia (km 7) |
Llego a Zaldibia (km 7) unos metros por delante de Pedro Etxeberria y Juan
Romano al que desconocía. Por detrás de estos, un grupeto de unos
4-5 corredores entre los que estarán Zigor, Lasa, Zurutuza, Aspiroz y algún otro.
Paso por Zaldibia con 33 min de carrera, muchísima gente, los aficionados animan y
eso pone las pilas. Las sensaciones son buenas, por momentos pienso que no
tengo que tirar más fuerte ya que eso haría que pasara toda la noche solo pero
por otro lado prefiero ir a mi ritmo y hago mi carrera.
La noche es calurosa, el sudor es constante, por lo que la hidratación y alimentación
va a ser primordiales, así que constantemente pego pequeños sorbos del
camelback en el que llevo
bebida energética.
Nos acercamos a Larraitz, km 19, entro en avituallamiento y como si de un
rayo se tratara, Ángel entra conmigo. Cruzo cuatro palabras, bebo agua, le
informo de mis buenas sensaciones y para adelante.
Nos enfrentamos a uno de los dos grandes, el Txindoki. Sin prisa pero sin
pausa, saco los palos de mi cinturón "made in Txapel" y tipi tapa, titi-tapa. Pedro y Juan me siguen muy de cerca y ya un poco más atrás veo algún
que otro frontal.
A media subida del Txindoki el publico aparece, los ánimos y gritos empiezan
a hacer acto de presencia y con ellos como aviso de nuestra presencia empieza a
sonar una txalaparta. Cojones, que emoción, se me activan las piernas, dejo el
andar con zancada larga, por un correr con cadencia. Que bonito,
impresionante.
La noche, la oscuridad, el resplandor de los frontales hacen difícil
reconocer a los espectadores y ser reconocido por ellos.
Una vez paso un grupo de aficionados, oigo desde atrás:
"Gaizka???"
"Bai" contesto
"Pero que haces tío?" me grita desde atrás una voz familiar que
tardo en reconocer con un tono un tanto de bronca.
"Qué?" le contesto como queriendo evitar dar explicaciones.
Es Endika Gartzia, corre unos metros a la par mío, le comento que voy cómodo,
me pregunta por Zigor, le digo que vendrá por atrás que seguro que luego tira
para adelante, me da unos consejos y tiro para arriba. Como ya os he comentado
han suprimido el ascenso al Txindoki, por lo que bordearemos el monte para ir a
Aralar.
Paso el control (km 23) con 2 horas 31 minutos de carrera con pocas
variaciones en la situación de carrera.
Atravesamos Aralar con constantes sube y bajas hasta llegar a Gambo donde nos
enfrentamos al descenso a Lizarrusti (35 km).
Al de poco de iniciar el descenso noto como se me ha roto el enganche del
cinturón donde llevo los bastones (Iker Urizar eres gafe), me paro, intento
arreglarlo, me adelantan Juan y Pedro, veo que no hay remedio, me quito la
mochila, intento meterlos dentro, no entran, afortunadamente veo como
engancharlos en la mochila y para abajo como un tiro.
En seguida recupero lo perdido, me da la impresión de que no bajan muy bien
y tiro para adelante con ganas de llegar a Lizarrusti donde espero que allí
este Ángel.
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Lizarrasti |
Dicho y hecho, entro al avituallamiento, hay mucha gente, llego primero con
menos de un minuto de ventaja.
Se me ofrecen dos voluntarios a llenarme el camelback mientras yo cojo plátano,
vuelvo donde los voluntarios y veo como se está saliendo el agua del camelback,
les digo que ya vale, que no quiero más, pensando que lo habían llenado entero
y se estaba desbordando (el camelback es de 2 litros y con un litro me sobra,
no quiero llevar un kilo de más).
Salgo del avituallamiento con 3 h 54 de carrera, muy motivado por la
situación de carrera.
Me adentro de nuevo en el monte mientras voy comiendo lo protocolario.
Después de comer, un trago para pasar lo sólido, bebo del camelback y me da la
sensación de que queda poco, no puede ser, se habrá hecho un nudo en el tubo,
intento beber de nuevo, está en las últimas, que pasa? no me lo creo, lo miro,
absorbo, nada, no tengo líquido, no doy crédito, me quedan unos 15 km hasta
Etxegarate y no tengo agua, la he cagado!!!.
La única explicación que encuentro es que cuando yo ví que se salía el agua
del camelback no era por estar lleno sino porque la parte trasera de este,
estaba pegada y no dejaba entrar el agua, conclusión: no tenía nada.
Lejos de pensar en negativo, solo pensaba en la posibilidad de encontrarme con
un río.
La obsesión de no tener, hace que la necesidad sea mayor, intentó
engañar a mi mente pero la boca la noto seca. Los km pasan sin presencia de un
triste riachuelo, los problemas se acentúan, la sed aumenta y empiezo a notar
los glúteos acalambrados.
Upss!!! más problemas, parece que la luminosidad del frontal
disminuye, mientras sigo corriendo me quito la mochila, saco las pilas de
repuesto, paro, me pongo el otro frontal para ver bien al cambiar las pilas,
las cambio, no funciona, mierda!!!, igual es por la humedad, o por las pilas o lo
que sea. No me lo pienso dos veces y continuo con el frontal de repuesto que me
ha dejado mi amigo Endika Urreta (os podéis imaginar, el que menos pesaba de
los que tenía, una vez más, error).
La necesidad de cruzarme con un río hace que lo visualice como un oasis pero nada de nada. Empiezo a mirar los charcos con ojitos, la debilidad se agudiza, sequedad,
calambres y por momentos veo chiribitas. Me preocupo y se me empieza a pasar
por la cabeza el que igual me tengo que retirar, no me gusta nada la situación.
Después de alredor de una hora y media, tropiezo con un avituallamiento
improvisado debido a la larga distancia entre Lizarusti y Etxegarate (16 km) y
el calor de la noche. Me ofrecen agua, no me acuerdo ni si les dije que sí. Cogí
la botella y empecé a beber sin parar:
"Tranquilo, tranquilo"
me dicen asustados por mi actitud
"Tranquilo, respira" reiteran
"Mila
esker" les contesto, miro el reloj y 4 km para Etxegarate.
De vez en cuando miro para atrás extrañado de que no me alcancen, ya que mi
ritmo ha aminorado y los diferentes imprevistos me han hecho perder tiempo, no
entiendo cual será el motivo.
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Etxegarate (km 50) |
Con ganas, llego a Etxegarate (km 50), 5 h 50 min, he ido en tiempo de record
hasta ahora según me entero después de la carrera (aunque al quitar la subida a
Txindoki no hay que tenerlo en cuenta apesar de que el año pasado tambien la suprimieron), este es un avituallamiento donde la organización
te permite dejar material para cambiarte..., yo he dejado ropa... por si acaso
y otra mochila para quitar una y dejar otra rápidamente como os comente en el
video.
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Etxegarate (km 50) |
Allí, como no, está la hinchada:
"Me he deshidratado entero" le comento y le explico lo sucedido a
Eneritz.
"Pues bebe y come, tranquilo, bebe..." me contesta mientras hago
los cambios pertinentes.
También están Ángel y Maribel, salgo y tiro para Otzaurte poco a poco.
Procuro seguir bebiendo y comiendo todo lo que no he podido en las cerca de dos
últimas horas mientras disfruto del amanecer.
4 km y Otzaurte, no se me hacen cortos estos km, ya que todavía mi cuerpo no
ha reaccionado a la inyección de alimentos.
Eneritz me espera adelantada al resto unos 300 metros antes de llegar a
Otzaurte, le digo que me acompañe unos metros:
"como?" me pregunta
"corriendo, como va a ser" esto sí que no se lo esperaba la
pequeña de Ángel y Maribel.
Me acompaña unos metros mientras le cuento mis sensaciones (espero que no me
penalicen por acompañamiento, ya que os aseguro que no fueron muchos metros,
Eneritz tiene muchas cualidades buenas pero las atléticas, o las tiene ocultas o
las tiene por desarrollar ;-).
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Otzaurte (km 54) |
Me informan que hay una fuente en la que no dudo en recargar agua y meter la
cabeza debajo para ver si me activo mientras me apuntan que le saco al segundo unos 8
minutos.
Bueno, todo esto: el agua, el alimento, los 8 minutos, me motivan para subir
el segundo de los dos grandes, Aizkorri. A partir de aquí ya me lo conozco,
estos últimos 38 km me los hice el fin de semana pasado junto a Maddi Arrazola
y Silvia Trigueros.
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San Adrian |
Saco bastones y tipi-tapa, tipi-tapa, parece que las sensaciones mejoran
pero no son las mejores todavía. Después de la primera parte del ascenso llego a
Otzaure (km 59) 7 h 15 min de carrera, allí esta tanto la hinchada de nuevo que
me informan de que el segundo me ha recortado un par de minutos como Endika
Gartzia que me asesora "bebe agua, no bebas isotónico, come, venga poco a
poco" mientras me acompaña unos metros hacia la cueva de San Adrian.
Quiero creer que puedo darle la vuelta a esto pero aun notando mejoras con
respecto a antes de Etxegarate, subiendo la dura pendiente hacia Aizkorri mis
piernas no están lo frescas que deberían y a mitad de subida sin darme cuenta:
"Aúpa Gaizka, como vas?" me adelanta Kataka, no le conocía, un
mugalari de Irún.
No le había visto, me pilla tan de sorpresa que le pregunto
si es de la carrera, la respuesta es obvia.
Su ritmo no tiene nada que ver con el mío, mis piernas no responder a mis
incentivos y procuro que no me saque mucha distancia para en el descenso poder
recortar distancias.
Una vez en la cima de Aizkorri, la distancia será de unos dos minutos y por detrás
Juan Romano me ha echado mano.
Entre el cresterío hasta Andraitz y el posterior descenso a Oazurtza consigo
echarle mano a Kataka. Justo cuando el sale del avituallamiento, yo entro. Juan
viene un poco más atrás, no le veo pero no estará lejos.
Recargo lo necesario y salgo pitando con intención de no perderle de vista a
Kataka. Le tengo cerca pero, le veo y no le veo, depende de la visibilidad. Por
como baja, me da la sensación (igual me equivoco) de que se conoce mejor que yo
el camino, se distancia y le pierdo de vista. Intento apretar pero las piernas
me vuelven a fallar, los calambres retornan y las sensaciones no son buenas.
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Zerain, Juan y yo detras. |
Llego a Zerain (km 76), Juan me ha alcanzado y esta a escasos metros delante mio, llevaremos ya más de 9
horas y media y el cuerpo no se olvida del castigo al que le he mantenido durante hora y media entre
Lizarrusti y Etxegarate. La omnipresente hinchada aquí se encuentra de nuevo y esta presenciando
como se me está escapando de las manos el primer puesto y como el segundo cajón
del pódium está en peligro. Noto como mi cara, mi gesto, mi correr, no es de
lo más indicativo de que las cosas van bien.
Un par de km y Mutiloa, allí hay avituallamiento. Llego unos segundo por detrás
de Juan, ya no solo afectado físicamente sino que la cabeza está cansada de tanto
sufrimiento y pide sopitas.
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Mutiloa, Eneritz motivandome |
"Me da igual el puesto, solo quiero llegar, estoy vacio, tengo
calambres" me sincero con Eneritz con esperanzas de compresión y de que me
diga que me lo tome con tranquilidad.
"Venga Gaizka, que bajones de estos vas a tener en el Montbalc, venga
Gaizka que ahora es todo bajada y ahí le pillas, venga Gaizka que lo tienes ahí
mismo" me anima sin parar de intentar convencerme de que tengo que ser fuerte, que
tengo que darle la vuelta una vez más.
Me tomo un gel y le digo "venga vale, lo voy a intentar, voy a ver si
puedo"
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Lierni, Eneritz no cesa |
Muy motivado por las palabras de ánimo me intento convencer de que es
posible, subimos a Lierni (pasamos por delante del agroturismo donde nos
hospedamos en Zegama los últimos años) saludo a la hinchada que han subido también,
al cocinero de Mujika Jatetxea y a Iñaki Mendizabal.
"Venga Gaizka, que el segundo no va mejor que tu" me anima Iñaki.
Intento apretar, pienso que el baja peor que yo, pienso que como dice el otro,
"que me he escapado de la cárcel y que me sigue la policía"... pero tras unos kilómetros
de aparente mejora, la realidad vuelve a ponerme en mi sitio, los calambres se
intensifican, el vacio es tal que no hay geles, ni barritas, ni bebida isotónica
que le dé la vuelta a esto.
Estos 9 últimos kilómetros son una agonía, corro por llegar antes, me da
igual todo, solo quiero ver la meta, me noto mal, nunca había sufrido calambres y
padecerlos durante tantas horas, llevar tanto tiempo intentando engañar a la
mente me ha cansado, estoy vacio, seco, me noto chupado, un pequeño repecho se
me hace inasumible, me ayudo de los bastones, braceo, cabeceo buscando fuerza de
donde no la hay, me planteo acabar andando estos últimos kilómetros.
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Beasain |
Por fin llego a Beasain, ya han sido muchas las veces que he mirado para atrás
con la esperanza de no ver al cuarto clasificado.
Sé que tengo ahora dos km de
asfalto hasta meta, la gente me anima, me aplaude sabedores que ocupare el tercer
lugar del pódium pero mi cara no refleja ilusión, alegría ni nada parecido. Mi
rostro, mi cara, mi correr solo expresa cansancio, agotamiento, sufrimiento.
Intento agradecer los ánimos pero no puedo, lo siento, me siento mal por ello, solo quiero ver el arco final.
Ya estoy en la zona peatonal, vallada, upss que se me olvida la txapela, la
saco, me la pongo. Me emociono, me emociono porque no puedo más, me animan, me
emociono por no poder agradecer todo este calor del público, no poder
dedicarles una sonrisa, un aplauso, un salto o un grito.
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Sin palabras |
Y por fin, después de 11 h y 14 minutos entro roto en tercera posición.
En 10 km me han sacado 6 minutos el 1º y 2º clasificados.
Me junto a los míos y les comento como nunca, nunca, nunca lo había pasado
tan mal, las piernas las tengo destrozadas...
Ahora en frio, obviamente, tengo que estar contento.
En primer lugar por acabar, más aun en las
circunstancias en las que lo he hecho.
En segundo lugar por el tercer puesto,
otro pódium más.
Muy contento porque aun con serios problemas he conseguido acabar, soy finisher!!!.
Por último, muy contento por recobrar en los primeros 40 km las buenas sensaciones
que tuve en Apuko y EuskalRaid.
Eskerrik asko ehunmilak !!!, dentro de un año no me extrañaria volver a vernos las caras, pero quien sabe si a las 6 de la tarde.
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Podium |
Próxima estación: Ultra Trail de Montblanc 30 de agosto (168 km - 10.000 m +).
Noticia en Euskaltrail
Noticia en corredor de montaña
Noticia en Zaraobe digital
Noticia en revistatrail.com
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Con el puto amo, Imanol Aleson (1º Ehunmilak) |
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Con otro puto amo, Javi Dominguez (2º Ehunmilak) |
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Entrevista televisión |
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3º Goierriko bi handiak |
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Podium Goierriko bi handiak |