La victoria de Oihana Kortazar (Elgueta, 1984) en la Copa del Mundo ISF de Carreras de Montaña, al igual que la de su compañero de triunfos Luis Alberto Hernando, no ha sido ninguna sorpresa.El puesto obtenido el pasado domingo en el Trofeo Scaccabarozzi la sitúa como ganadora absoluta de la Copa, una posición que tiene aun más mérito teniendo en cuenta que Oihana, miembro de la Selección de Euskadi, volvió a correr ‘en serio’ a principios de este 2011 tras el parón que le supuso tener a su hijo.
De las 19 carreras que ha corrido esta temporada ha ganado 18. Su principal motivación, según indica, es que “no tengo otra afición que pueda anteponer al deporte”. Pero más allá de los entrenamientos y las competiciones, Oihana lleva una vida ‘normal’: sale a pasear con su hijo, trabaja de administrativa y come de ‘tupper’ en la oficina.
Desde que volviste a la competición en 2011 has ganado prácticamente todas las pruebas a las que te has presentado hasta hacerte ahora con la Copa del Mundo. ¿Qué te motiva a seguir corriendo?
Entreno para ganar y siempre voy a darlo todo porque nunca sabes cómo son tus rivales y nunca sé si voy a ganar cuando me presento a una prueba. Mi principal motivación es que no tengo ninguna otra afición que pueda anteponer al deporte. No me gusta por ejemplo salir de fiesta. Soy muy competitiva y siempre voy a dar lo mejor, aunque también creo que soy pesimista y siempre me pongo en lo peor para no tener el ego tan alto. A falta de tres kilómetros puedes perder una carrera.
¿Cómo es un día habitual en la rutina de Oihana Kortazar?
Me levanto sobre las seis y antes de ir al trabajo, y dependiendo del horario de mi pareja, entreno. Normalmente este primer entrenamiento consiste en hacer spinning en casa. Luego llevo al niño a la guardería y voy a trabajar. Mi horario laboral termina a las dos de la tarde y suelo comer de tupper en la oficina para poder ir a correr cuando salgo del trabajo. Por la tarde hago vida normal con el niño, voy a pasear, algunos recados y vuelvo a casa. Los fines de semana, si no viajo por alguna competición, aprovecho para dejar algún rato al niño con mis padres y correr por la montaña.
¿Cómo volviste a estar en forma después del embarazo?
Tenía claro que volvería a correr, lo que no tenía tan claro era que la Selección volvería a contar conmigo tras el paréntesis. Durante el embarazo me cuidé bastante. Obviamente no fui tan estricta con la alimentación, por ejemplo nunca como tortilla de patata y durante el embarazo la comía todos los viernes. Pero no cogí mucho peso. Tras el nacimiento del niño, con la ayuda de mi médico deportivo y mi entrenador, empezamos de manera progresiva. Los tres primeros meses después del nacimiento del niño –en junio de 2010- sólo podía caminar y no fue hasta principios de 2011 cuando volví a entrenar en serio.
¿Cómo cuidas ahora tu alimentación?
Como prácticamente de todo y más cantidad de lo que la gente se piensa que como. Eso sí, como ‘limpio’, nada de rebozados ni frituras. Como mucha verdura, legumbres, pasta, carne –de todas menos la roja- y pescado. Lo que no como son dulces, tomo cereales y ya los considero como dulces. Pero no es un sacrificio. Si no corriera, haría lo mismo.
¿Tienes entrenador personal?
Comparto entrenador con otros siete miembros de la Selección Vasca. Para mí es una gran ayuda porque me establece pautas en los entrenamientos que me resultan útiles.
Con tu cosecha de triunfos esta temporada, ¿ninguna marca te ha ofrecido un patrocinio? ¿Te gustaría vivir de las carreras de montaña?
He tenido ofertas de algunas marcas para llevar material, pero no para vivir. En la Selección Vasca contamos con el patrocinio de Ternua, que proporciona todo el equipo salvo el calzado. Mucha gente a mi alrededor ve como un chollo el tener un patrocinador que te permita vivir de las carreras de montaña…Por un lado sí me gustaría, pero, por otro, creo que significaría más presión. No sé si me gustaría que una afición se convirtiera en profesión, así que me lo pensaría.
¿Cuáles son las victorias que te han hecho más ilusión?
La Zegama Aizkorri del pasado 29 de mayo. El público estaba acostumbrado a que esta carrera la ganaran extranjeros y se sorprendían cuando veían en el dorsal que yo pertenecía a la Selección de Euskadi. Fue muy emocionante. Además, me quedé muy cerca del récord marcado. Otra cita muy importante para mí fue la Copa de Europa. Era un poco reacia a acudir porque no estaba en mis planes hacer tantas carreras después de ser madre. Además me preocupaba bastante la nieve, que me brindó una mala experiencia cuando participé en la misma prueba hace dos años.
¿Te animarás a hacer ultra trails?
Sí, pero todavía no. Cuantos más años tengas, mejor preparado estás para hacer carreras de ultrafondo. Ahora tengo la chispa necesaria para carreras más cortas, pero algún día haré las largas. Me llaman la atención porque suponen una manera diferente de correr y requieren mucha preparación psicológica.
¿Te ves corriendo de aquí a 20 años?
Corriendo no lo sé, pero aunque no siga en este mundillo de la competición, no me veo fuera de la montaña. Todo dependerá también del camino que siga mi hijo y de si se decanta por algún deporte.
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