2º Ultra Apuko Extrem
Noticias, calendario, entrevistas y videos especialmente de ultratrail, corredor@s vasc@s y mis carreras
domingo, 30 de junio de 2013
Jone Urkizu
2016
2º Ultratrail de les Valls d'Aneu
😃
2015
1ª Ultra Trail Apuko
2014
1ª Ehunmilak
3ª Hiru Handiak
1ª Ultra Apuko Extrem (Campeonato Euskal Herria)
2º Ultratrail de les Valls d'Aneu
😃
2015
1ª Ultra Trail Apuko
2014
1ª Ehunmilak
3ª Hiru Handiak
1ª Ultra Apuko Extrem (Campeonato Euskal Herria)
Elena Calvillo
2015
1ª Vandekames
3ª G2h Euskal Herriko Txapelketa
1ª Euskal Herria Mendi Erronka
2014
1ª Vandekames
3ª G2h Euskal Herriko Txapelketa
1ª Euskal Herria Mendi Erronka
2014
2ª Ehunmilak
2ª Hiru Handiak (1ª veterana)
2ª Hiru Handiak (1ª veterana)
2ª Transgrancanaria advanced (1ª veterana)
martes, 25 de junio de 2013
Traveserina (Picos de Europa) 44 km - 7.070 m + -
Km: 44
Después de este largo
descenso tenemos apenas un km de ascenso por una carretera que esta fuera de
lugar, hasta llegar a Sotres donde tenemos avituallamiento, allí estará la
hinchada. Antes de llegar, los ánimos de una aficionada me descolocan, ya que
mientras me alejo le oigo como le dice a su hijo:
Llego a Sotres, primero veo
a Ramón y Ángel, ambos cámara en mano intentan inmortalizar el momento mientras
les pregunto mi posición para confirmar mis sospechas, unos metros más adelante
Nerea, Maribel y Eneritz pegadas al avituallamiento me animan mientras repongo
agua.
"Bien, subiendo he llegado a ir 7º u 8º y ahora pensaba que iba 3º o 4º" les informo
Estamos en el km 29 de 44, miro el reloj 3 h 54 minutos, veo viable bajar de 6 horas, que creo que sería una buena marca. Recuerdo perfectamente lo que me queda, este último tramo es igual que el de la Travesera. En el grafico aparece como un leve ascenso para acabar los últimos 9 km de descenso pero engaña.
La ultima parte del recorrido, exactamente los últimos 9 son una agonía de descenso por una calzada romana, más aun después de 4 horas y pico de carrera, por lo que quiero apretar lo máximo posible en estos 5 km que me quedan para tomarme la última parte con más tranquilidad.
Me obsesiono con que me alcancen, por momentos incluso oigo como bajan por detrás mío, miro para atrás pero no viene nadie, no es más que eso, fruto de mi obsesión.
Esto es lo peor de ir adelante, el no saber cuánto sacas al de atrás.
Eneritz, Ramón, Nerea, Maribel, Ángel, Txus vienen a felicitarme, caras de
alegría, de ilusión, de felicidad, primeros minutos sin poder casi hablar y
poco a poco voy empezando a expresar mis sentimientos y compartirlos con los míos.
Os preguntareis, porque estoy en lo más alto del pódium, pues una cosa muy rara, hicieron ganador absoluto y luego 1º,2º y 3º senior, no lo entiendo yo tampoco.
Video presentacion Travesera (salgo al final, 2:40 ;-)
Desnivel: 7.070 m +-
Salida: Sotres (1.045 m)
Llegada: Arenas de cabrales
Algunos me han etiquetado como un corredor de "carreras rápidas",
eso no es ni bueno ni malo pero lo que tengo claro es que, por ello, no voy a dejar de ir a carreras técnicas o con fuertes desniveles,
yo no voy a una u otra correra porque se me ajuste más o menos a mis
características, sino porque me gusta su entorno, su organización, su distancia,
su terreno, su desnivel...
De hecho si fuera así no hubiese ido a Apuko, ni me hubiese planteado volver
a Picos de Europa.
Si ya en Apuko (carrera dura en cuanto a desnivel donde las haya) creo que
me desetiqueté un poco, en esta ocasión con la Traveserina quería enfrentarme
de nuevo cara a cara con estos tramos técnicos que a veces se me atragantan.
Si recordáis hace dos años
corrí la Travesera Picos de Europa, sin duda la carrera más dura que he corrido
nunca, tanto por su desnivel, 7.000 m+ en 74 km, como por su terreno,
tremendamente técnico. Desde entonces la palabra Picos de Europa me impone un
cierto respeto que a veces asciende a algo superior.
Bien recordareis los videos
que gravé en los que jure y perjure no volver a esta carrera y me refiero a la
Travesera, pues bien, de momento lo he cumplido ya que en esta ocasión voy a
tomar parte de la primera edición de su “hermana pequeña”, la Traveserina 44
km 7.070 m +-.
Vamos alla !!!.
Vamos alla !!!.
Avisado de antemano por
Adán (un corredor asturiano muy majeton que me presento Santi Obaya) de la
presencia de Raúl Cámara (muy buen corredor burgalés afincado en Asturias), voy
a la salida en la que me junto a Iker Urizar e Ixaka.
Hay que comentar que he
tenido un imprevisto y se me ha perdido o extraviado la tapa del
camelback, así que me las tendré que apañar con un botellín que afortunadamente
había traído. Todo ello ha hecho que haya salido del agroturismo 15 minutos
antes de que de inicio la prueba.
Control de chip, meadilla
del miedo, cuatro mentiras, el calentamiento nos olvidamos de él y a las 8:30
de la mañana da inicio la primera edición de la Traveserina.
A diferencia del 99% de las
carreras de montaña, esta, inicia para abajo con 200 m de desnivel
aproximadamente hasta llegar al primer pequeño ascenso de la carrera. Ni cortos
ni perezoso Iker e Ixaka le dan vida a este inicio de carrera cuesta abajo
distanciándose unos metros del resto de corredores, por detrás Raúl Cámara,
algún que otro asturiano y yo a unos metros de estos.
Una vez iniciado el
ascenso, Raúl coge la iniciativa seguido de un tal Diego, a unos metros me
coloco yo hasta llegar a Pandébano a unos 1.200 m de altura donde iniciamos un
bonito y técnico descenso en el que se desvela la habilidad de los asturianos
en este terreno y como consecuencia pierdo posiciones. Este descenso nos
lleva al precioso y peculiar pueblo de Bulnes (km 8,4 a 646 m de altura) donde
se inicia una da las partes clave de la carrera, el ascenso a Vega de Urriellu
(cerca de los 1.955 m) con algo más de 1.300 de desnivel positivo de ascenso en
apenas 5,3 km, vamos una salvajada.
En este inicio de ascenso
la panorámica es espectacular, ascendemos a través de un cañón precioso
serpenteando un rio pedregoso que hace que los palos en ciertos tramos sean más
una molestia que una ayuda, ya que hay que echar mano de las manos, valga la
redundancia. Por cierto, eskerrik asko a Aitor Salinas por el palo.
En estos primeros metros a Raúl se le ve fuerte, en los tramos de duro ascenso se desmarca unos
50 metros, le sigo la pista haciendo la goma en función de cómo se presente el
terreno.
Mi estrategia es clara, si
es posible quiero mantenerme en los puestos de cabeza en esta primera parte de
la carrera pero sin obsesionarme, ya que un exceso en este tramo puede
hipotecarte la carrera, la prioridad es no calentarme.
Las sensaciones no son del
todo buenas y no me encuentro del todo a gusto por lo que prefiero levantar el
pedal e ir un poco más tranquilo. Esto provoca que pierda posiciones lo cual no
me preocupa demasiado, cada vez que me adelanta un corredor pienso para mis
adentros, "a ver si puedo chupar rueda de este", pero esto no sucede. No son ni
uno ni dos ni tres los que me adelanta sino alguno más.
Miro al reloj y estamos
cerca de entrar en la segunda hora de carrera y no he metido nada al estomago,
pienso en hacerlo cuando llegue a cima pero esto rompería un poco lo recomendado,
así que después de pensarlo, marco preferencias en alimentarme, frente a
mantener un ritmo de ascenso para no perder la posición.
Empiezan a aparecer malos pensamientos por mi cabeza por la pérdida de
posiciones (iré en 7ª u 8ª posición) pero me los intento quitar rápido de la
cabeza, todavía queda mucho. Después de 2 horas 10 minutos de
carrera llegamos al Refugio de Urriellu donde nos cruzamos con la Travesera
(versión larga de 74 km).
Avituallamiento, relleno el
botellín, cojo un trozo de plátano y para abajo sin pensarlo.
Primeros tramos de nieve
desempolvando las habilidades de patinaje. En poco metros dejamos atrás el "polvo blanco" para enfrentarnos a estrechos senderos pedregosos característicos de
Picos, descendemos serpenteando en busca del camino “mas cómodo”.
Dos corredores van justo
delante mío, uno de ellos es asturiano y ni corto ni perezoso, este, se
desentiende de seguir el sendero descendiendo a tumba abierta, como que con el
no va la cosa, como que no entiende porque vamos por el senderito pedregoso si
se puede ir recto, ya se lo explicare otro día.
Mi admiración por la
habilidad y destreza con la que baja este asturiano hace que me apunte en mi
lista de “debes” el entrenar más esta técnica.
Si en el ascenso no me he
encontrado bien, en estos 10 km de descenso que nos presentan hasta llegar a
Sotres, empiezo a tener buenas sensaciones, parece ser que me cuesta calentar
motores pero ya están preparados para abrir gas.
Según vamos bajando de
altura los tramos excesivamente técnicos disminuyen, en aumento de los senderos
estrechos, bonitos y entretenidos en los que se puede apretar, y lo hago.
Adelanto a mis dos predecesores y tiro para adelante. Nos cruzamos
constantemente con mendizales ajenos a la carrera y con otros
que han venido a disfrutar de esta, entre los que alguno que otro me reconoce y
anima informándome de los predecesores:
“Venga Txapel, a 7 min el
primero”
Buff, el primero no lo
tengo en mente, pienso para mis adentros, antes que el primero hay unos
cuantos.
Visualizo a otro corredor,
me motivo, aprieto, voy cómodo, le adelanto y miro para adelante.
Nos adentramos en una pista
ancha de cemento lo que indica que ya estamos en la última parte del descenso, a lo lejos
veo a otro corredor, creo que es Ixaka, le alcanzo:
“Que tal vas?” le pregunto
“Bien, regulando”, me
contesta
Y después de compartir las
sensaciones tiro para adelante.
Sotres |
“Mira hay va el
segundo” mis cálculos me colocan en 3ª o 4ª posición pero la situación se
repite con otro aficionado. No me quiero ilusionar pero parece que voy 2º.
Sotres |
"Que tal vas?" me
preguntan
"Bien, subiendo he llegado a ir 7º u 8º y ahora pensaba que iba 3º o 4º" les informo
"El primero te sacara
unos 10 minutos" me añaden.
"Buff ese va muy
fuerte, acabo de adelantar al 3º, ahora vendrá" les comento mientras salgo
del avituallamiento.
Miro para atrás y no le veo
a Ixaka, le he sacado bastante distancia, ahora nos toca un pequeño
ascenso de menos de 500 m de desnivel hasta el Collado Fuente Solsa, km
26 y pico.
Unas chicas me informan de
que ahora nos enfrentamos a un tramo duro, la visibilidad es grande lo que hace
que en determinados momentos cuando miro para atrás pueda marcar referencias,
le veo a Ixaka, serán unos 3 minutos los que le saco.
Intento apretar un poco
para marcar distancia frente a él, una vez arriba, como pastel de overstim,
bebo bebida isotónica y pongo todo en orden ya que de ahora en adelante habrá
que empezar a apretar un poco más.
Descendemos por pistas
anchas pedregosas hasta Jitu Escarandi, km 29,3. Recuerdo perfectamente hace 2
años como por aquí iba zombi, en Jitu Escarandi fue donde la hinchada me
recomendó retirarme teniendo la negativa por respuesta por mi parte, fue duro.
Esta vez, la situación es
completamente diferente, voy segundo, me siento bien y por detrás no veo a
nadie. Aprieto, el ritmo es bueno, por momento pienso en el primer clasificado,
barajo la posibilidad de que se le haga larga esta carrera ya que Raúl no es un
habitual de las ultras y esta carrera quizás pueda ser mas tiempo de lo habitual.
Llego a Jitu, hay mucha gente, ánimos, aplausos, están los míos como
esperaba, entro en la carpa de manera fugaz donde está el
avituallamiento y cojo lo justo.
Estamos en el km 29 de 44, miro el reloj 3 h 54 minutos, veo viable bajar de 6 horas, que creo que sería una buena marca. Recuerdo perfectamente lo que me queda, este último tramo es igual que el de la Travesera. En el grafico aparece como un leve ascenso para acabar los últimos 9 km de descenso pero engaña.
Por delante no tengo nada que hacer, Raúl debe de ir entre 15-20 min antes
que yo y por detrás tengo mis dudas pero en los tramos de mucha visibilidad no
veo ningún corredor.
La ultima parte del recorrido, exactamente los últimos 9 son una agonía de descenso por una calzada romana, más aun después de 4 horas y pico de carrera, por lo que quiero apretar lo máximo posible en estos 5 km que me quedan para tomarme la última parte con más tranquilidad.
Me veo bien, voy rápido, estamos de seguido jugueteando entre espinos,
helechos y zarzas que hacen que los rasponazos en las rodillas se me
ensangrienten aparentando considerablemente más de lo que es.
Una y otra vez recuerdo la agonía de hace dos años pero en esta ocasión se
me hace mucho más llevadero y la frescura con la que me noto no tiene nada que
ver con lo del 2011.
Por fin llego a Sierra Portudera, km 35, ahora es todo para abajo, es
gracioso cuando te gritan "venga que ya no queda nada, que es todo cuesta
abajo", en ese mismo momento se te pasa por la cabeza "pedazo de
cabron será todo cuesta abajo pero tú no ves que son todo piedras?".
Si en la parte anterior mis recuerdos eran peor de lo que al final ha sido,
tengo esperanzas de que en esta última parte suceda lo mismo.
Desgraciadamente esto no es así, madre mía que agonía, un largo descenso por
una calzada romana que afortunadamente está seca pero que no tiene fin.
Me obsesiono con que me alcancen, por momentos incluso oigo como bajan por detrás mío, miro para atrás pero no viene nadie, no es más que eso, fruto de mi obsesión.
Esto es lo peor de ir adelante, el no saber cuánto sacas al de atrás.
A pesar de que en estos tramos técnicos no funciona la lógica habitual de multiplicar
por 4 o 5 cada km que queda para calcular lo que resta de carrera y se alarga
de manera considerable, poco a poco vamos llegando, me mentalizo de que ya está
hecho, de que ya es difícil que me lo quiten, de que me quito otra espina y de
que de nuevo subo al cajón.
Me calzo la txapela, últimos y evitables últimos metros por asfalto, saludo
a Iker e Idoia que ya están comiendo, ya estoy en Arena de Cabrales, oigo mi
nombre por megafonía, sonrió, animo al público, saludo a Oscar de Apuko, Argiñe,
puños cerrados, aprieto, levanto los brazos como si hubiera ganado y meta tras
5 horas 30 min.
Muy contento, todavía no soy consciente de que una vez más este año subo al podium
y ya van 4: rápidas (Euskal Herria Mendi Erronka), duras
(Apuko) y técnicas (Traveserina), sin olvidarnos de Euskaltrail que lo
tiene todo.
Meta, a la dcha la hinchada |
Que grande son los Picos y sus gentes, me alegro de no haberme acobardado después de mi experiencia en el
2011.
Como premio por mi segundo puesto, una cerámica asturiana y dos noches en el
Refugio de Urriellu, creo que esto es una señal de los Picos de Europa, me están
incitando a volver y volveré, no sé cuándo ni a qué, pero volveré, eskerrik asko
Picos de Europa.
Lejos de arrinconar las carreras técnicas y duras porque "se me ajuntan
menos a mis características según alguno" (no lo digo con segundas ni
mucho menos), haré lo contrario, me enfrentaré a ellas y las entrenaré más
a fondo. Muchos se extrañaran por esto y pensaran que lo idóneo sería ir a donde
mejor me adapto, pero no, la explicación es bien fácil, hago lo que me gusta.
Por último felicitar a los valientes, a los atrevidos, incluso a los
inconscientes que han acabado la Travesera Picos de Europa, en especial a Iker
a Txus y Javi, zorionak, toda mi admiración y envidia ;-)
Os preguntareis, porque estoy en lo más alto del pódium, pues una cosa muy rara, hicieron ganador absoluto y luego 1º,2º y 3º senior, no lo entiendo yo tampoco.
lunes, 17 de junio de 2013
Euskal Herria Mendi Erronka
Km: 65
Desnivel: 3.500 m
Lugar: Leitza
Seis, sí, seis son los días que han transcurrido desde mi última carrera (Maratón Zegama Aizkorri). Ya lo sé, ya, es demasiado, no voy a recuperar, me pasara factura... pero a cual renunciarías tu? a la maratón de las maratones o a la primera edición de una ultra organizada por Esait en un entorno tan atractivo como Leitza?
Desnivel: 3.500 m
Lugar: Leitza
Seis, sí, seis son los días que han transcurrido desde mi última carrera (Maratón Zegama Aizkorri). Ya lo sé, ya, es demasiado, no voy a recuperar, me pasara factura... pero a cual renunciarías tu? a la maratón de las maratones o a la primera edición de una ultra organizada por Esait en un entorno tan atractivo como Leitza?
Lo reconozco, es demasiado, pero no solo esto último,
sino toda la tralla de carreras que llevo, en menos de mes y medio,
exactamente 293 km en competición, uff !!!
Bueno, pues si en Zegama tenía mis dudas sobre si
podría acabar la maratón por problemas en el soleo, aquí en Leitza mis
molestias eran en el cuádriceps derecho, ya en Zegama en los últimos km note
molestias. Está claro, cuando fuerzas demasiado la maquina, empiezan a saltar
las piezas por todos lados.
Llega el día de la prueba, vamos 4 del equipo y a
decir verdad, si antes me gustaba llegar con tiempo de sobra, hablar con la
gente..., ahora prefiero llegar lo más justo posible, hablar con el mínimo de
gente y cuanto antes empezar a correr.
Línea de salida, me junto con uno de mis
favorito, Endika Gartzia, saludo a más gallos Imanol Aleson..., conozco a
Patrice Loco, Atarratze (seguidores habituales del blog...).
Después de un pequeño imprevisto por la organización
(se le ha deshinchado justo a las 7 am el arco de salida) se da inicio a esta
primera edición con una meteorología que desde primera hora nos advierte de que
no nos va a poner las cosas fáciles.
Como era de suponer, se sale fuerte, hay que
tener en cuenta que nos enfrentamos a 65 km, por lo que es casi seguro que
habrá muchos maratonianos que se lancen por primera vez a una ultra en esta
carrera y ello conlleva que estos le den una alegría a la carrera desde el
primer kilometro.
La estrategia de carrera es clara, si miráis el
perfil, hasta el km 29 aproximadamente hay mucho desnivel de ascenso
(incluido un km vertical), para luego poderle meter caña. Así que habrá que
aguantar el tipo hasta el 29 y luego apretar hasta donde se pueda.
Una vez pasados los primeros km me doy cuenta de
que hay más gallos de lo que pensaba, unos 5 corredores han tirado para
adelante entre los que únicamente sé que esta Endika, lo cual no me sorprende.
Yo estoy en un segundo grupo con Imanol Aleson, Luis Lasa, Ion Aspiroz, Parice
Loco y algún otro.
Después de un pequeño ascenso a Guratz y descenso
por Gorriti, me empiezo a preocupar por mi aductor. Llegamos al km 16, Gaintza,
donde nos presentan un km vertical el cual hay que tomárselo con mucha, mucha
tranquilidad.
Saco los palos y empiezo el ascenso sin prisa
pero sin pausa, marcando ritmo pero teniendo en cuenta que queda mucho. El
frio, el viento, el barro y la lluvia hacen que el ascenso se complique. Voy en
solitario, aproximadamente entre el 5º y 10º, llevo el dorsal en el muslo
pegado a la malla ya que si lo llevaba en el pecho, al llevar el cortavientos
por encima no se me iba a ver, pero al llevarlo en el muslo cualquier rama o
arbusto que te roza te suelta el dorsal, lo que hace que me tenga que parar a
intentar, repito, intentar ponérmelo bien ya que al tener las manos insensibles
por el frio me lo hacen muy difícil.
El entretenimiento de ponerme el dorsal hace que
me adelante Pedro Etxeberria, intento pillar rueda y llegamos arriba,
Irumugarrieta 1.431 m.
El frio, la lluvia y el viento me hacen recordar imágenes
del UTMB, salvo allí, nunca había pasado tanto frio en carrera como esta
vez y nunca había llevado tanta ropa. Pasamos el control mientras intento
plegar los bastones. No puedo, no siento los dedos. Tengo que meter un
botoncito que tiene el bastón para que se plieguen pero soy incapaz. Lo intento
con una mano, lo intento con dos a la vez, pruebo con una piedra pero
finalmente lo consigo con los dientes.
Me los engancho en el cinturón y tiramos para abajo
por un trazado bastante técnico. Cuesta abajo el cuádriceps derecho me molesta,
lo que hace que no baje con tranquilidad ni soltura.
Mierda, me percato que solo llevo un bastón en el
cinturón, por lo visto, debido a la insensibilidad de las manos no he debido de
meterlos bien por la goma y se me ha debido de caer. Miro para atrás, vienen
Imanol Aleson y compañía:
"Habéis visto un palo por ahí? les pregunto.
"No" me contestan mientras me
adelantan.
Mierda, ni me lo pienso un segundo y me olvido
del palo. Me uno al grupo e intento no perder rueda aunque estoy haciendo la
goma de seguido molesto e intranquilo por mi pierna. Si no va a más, puedo
seguir aunque en las bajadas no puedo forzar.
La carrera avanza, hemos hecho grupeta y poco a
poco las zonas técnicas desaparecen para correr por senderos con hojas,
terriblemente embarrados pero mucho mas seguros que danzar sobre piedras.
Llegamos a otro avituallamiento de Unagako
Putzua, km 23, entro en la carpa y sin percatarme de que estaba Endika me
dice:
"Que tal vas?"
"Bien" le contesto sin apenas darme
cuenta de que ese no era su sitio.
"Me retiro" me dice
"Venga, ven conmigo" le contesto
mientras repongo en el avituallamiento
"Que no, que yo así no sigo" me comenta
refiriéndose al frio.
"Venga, vamos, venga Endika cojones" le
pepito mientras marcho del avituallamiento
Tiro para adelante, no le veo del todo
convencido, miro para atrás, esta dudando y noto como los del avituallamiento
le están animando, duda:
"Venga cojones, Endika ven" le pego un berrido
que le hace decantarse.
De nuevo hacemos grupeta y vamos unos 6
corredores: Endika, Imanol, Ion Azpiroz, Luis Lasa, Patrice Loco y algún que
otro.
La grupeta nos viene a todos de perlas y el ir
bajando poco a poco de altura hace que nuestros cuerpos ya no estén tan fríos.
Me doy cuenta de que en breve llegamos al 30 donde según mi estrategia habría
que cambiar el ritmo. Aprovecho el sube y baja para comer todo lo que tengo que
comer (Gatosport de Overstim) para hacer un
poco masa, geles, bebo y mientras voy haciendo la goma, ya que tengo que andar
buscando cada cosa en un bolsillo diferente, nos acercamos al avituallamiento
de San Miguel.
A pesar de hacer un tiempo de perros allí se
aglomera bastante cantidad de aficionados, la hinchada desde luego no falla
(aita, ama y los suegris, Eneritz esta de bodorrio) y saludo a Imanol Goñi que
se esconde debajo de un paraguas. Hago una breve parada en el avituallamiento,
bebo agua y mientras la grupeta se queda reponiendo todo tipo de alimento, yo
tiro para adelante.
"Que tal vas?"
"Bien"
Paso por delante de Maribel y le digo "ahora
empieza la carrera".
Dicho y hecho, tiro para adelante ni corto ni
perezoso, no sé ni con que intención pero lo que tenía claro era que aquí había
que cambiar de ritmo, no sé ni en qué puesto voy, ni a cuanto están los de
adelante, ni si van juntos o separados pero yo me encuentro bien.
No llevo ningún tipo de referencia de en que km están
los avituallamientos ni nada pero lo que sí sé, es que miro para atrás y no me
sigue nadie y que por adelante tengo uno a pocos minutos.
Dicho y hecho le doy caza y le adelanto.
Pregunto en qué puesto voy a un voluntario, me
dicen que 4º, me motivo de manera exponencial, mi cabeza mira al podium, voy a
por él. Reitero la pregunta a otro aficionado, me dice que 5º, cagüen la
puta!!!, poneros de acuerdo. A mi cabeza no le gusta este cachondeo y me tiene
que quedar claro. De nuevo pregunto y me lo confirman, 4º y no solo eso sino
que el 3º no le tengo lejos.
Aprieto, quiero subir al pódium, me encuentro
bastante bien, estoy casi seguro que los que van por delante no son habituales
de las ultras sino, les conocería y esto quiere decir que es muy fácil que se
les haga largo.
Le veo, sí, le veo, el ritmo no es muy elegante,
guardo distancia para recuperar y cuando llegue el momento de pasarle dejarle
clavado si es posible. Incluso hecho una meadilla, prefiero echarla antes de
pasarle que no perder tiempo una vez adelantado y que me recorte distancia. Me
acerco, tomo un gel, bebo agua, me acerco, el todavía no me ha visto, recupero
un poco. Justo llegamos a Lekunberri, km 43 y avituallamiento en la estación de
tren. Hay mucha gente, entre ellos los míos. Los plausos, ánimos y gritos me
ponen las pilas y en un alarde de chulería (no muy recomendable) ni paro en el
avituallamiento y cojo de pasada únicamente una trozo de naranja. Esto hace que
le alcance al 3º, le paso e intento acelerar el ritmo para que lo antes posible
me pierda de vista.
Aprieto, aprieto, aprieto, pienso en positivo,
levanto las piernas, intento alargar la zancada, miro adelante, venga Gaizka,
venga, lucha por el podium !!!
Apenas han pasado unos km cuando de nuevo me
encuentro con los míos:
"Venga Gaizka que le has dejado" me
animan.
"Que tal vas?" me preguntan.
"Bien" les contesto mientras avanzo por
un pequeño cuesta corriendo.
"El segundo te saca 10 min y el primero a
media hora" me informa mi aita.
Ni le contesto pero mi gesto le hace entender
que no pienso ahora mismo en ello.
"¿Le podrás coger?" me pregunta mi
aita.
"Buff, eso es otra guerra" le contesto.
"Venga que sí, puedes..." me anima
mientras me alejo.
Pero este está loco, pienso para mis adentros, todavía
no he asimilado y consolidado que voy 3º y ya quiere que piense en el 2º que está
a 10 min.
Quiero que llegue el km 50 para tomar mi último
pero se me está haciendo largo y antes de que llegue soy precavido y repongo energía.
Me veo fuerte, me veo cómodo pero se están
alargando los km demasiado.
La organización ha modificado el recorrido y lo
ha alargado 5 km (de 60 a 65 km) y me consta que ha metido una tachuela que a
esta altura de carrera, toda tachuela es montaña.
Cojones, le veo al segundo, algo inesperado, le
miro como va, al igual que con el 3º quiero pasarle y dejarle pero a estas
alturas la táctica se complica.
Estamos subiendo, zancada larga, bueno lo más
larga que me deja mi 1,69 m, las manos en las rodillas, levando la cabeza y
cuando le voy a pasar aprieto los dientes si se puede un poco más. Procuro dar
imagen de sobrado pero las sensaciones no son iguales. Echo a correr donde en
otra situación andaría, aprieto los dientes, menos mal que no me ve la cara, de
nuevo las manos en las rodillas, aprieto, aprieto, sigo, la niebla me facilita
que desaparezca de su vista y continuo este matador ascenso.
Parece que le he dejado pero no tengo que bajar
la guardia, los km no pasan y me centro en correr y en no cometer error, alimentación,
marcas...
Me doy cuenta de que necesitare otro gel para
estos últimos km pero se me ha acabado el líquido, no me puedo arriesgar a tomármelo
sin agua. Espero, el próximo avituallamiento tiene que estar al llegar, me noto
con necesidad de agua, no llega, miro para atrás cuando puedo coger referencias
de larga distancia, no le veo, continúo, necesito agua...
Veo un patrol, bien !!!, será un avituallamiento
liquido, me tomo el gel antes de llegar. No!!!, son aficionados, no es un
avituallamiento, mierda, me obsesiono con el agua, me da miedo que me
deshidrate, más aun al acabar de tomar el gel sin liquido. Tiene que tener que
llegar ya, empiezo a pensar en tener que recurrir al agua de algún riachuelo o algún
charco sin barro pero el barro es omnipresente.
Por fin, avituallamiento, agua, me lo tomo con
"tranquilidad", bebo vaso y medio y tiro para abajo como loco.
Estos últimos 7 km son una pesadilla, el ritmo es
bueno, tengo buenas sensaciones, veo difícil que me alcancen por detrás los dos
que he adelantado pero tengo miedo de que Endika, Imanol o Pedro vengan con
fuerza desde atrás. El mirar hacia atrás es una constante, no tengo referencia,
no se cuanto le saco, se que por delante no tengo nada que hacer. Miro el reloj
y me vengo arriba cuando veo los números por debajo de 4 minutos el km.
Poco a poco esto se va acabando, miro para atrás,
no veo a nadie, ya no queda nada, esto ya está hecho, me visto de gala, saco la
txapela del camelback, me la pongo y me relajo este ultimo km.
Llegamos a Leitza, vallas a ambos lado, mi
euforia no la reprimo, salto, grito, animo, le veo a mi ama en mitad de la
carretera, me paro, le abrazo, al de unos metros lo mismo hago con mi aita
(ellos no se lo esperaban, pensaban que iba 3º), alegre, contento, eufórico y
muy, muy feliz, aprieto los puños, los levanto, le abrazo a Ángel y cruzo la línea
de meta en 2ª posición con tiempo de 7 horas 4 min.
Muy, muy contento, echaba de menos una remontada
de estas, de las que me gustan, de las que mucha gente se acuerda como en Hiru
Handiak o en UTMB, creo que he hecho una muy buena estrategia de carrera.
Entrevista para Euskadi Irratia "Hiru errege mahaia" |
1º Angel Arrieta 2º Gaizka Barañano 3º Iñaki Martiarena |
30 minutos de reportaje, en los que para el que no quiera verlo entero, salgo en:
2.39 voy de gris arriba
3.16
6.58
7.10
9.30
15.14
19.47
Suscribirse a:
Entradas (Atom)