jueves, 10 de febrero de 2011

Salvador Calvo (20/09/2010)




El Tor des Géants es un trail de 330 kilómetros y 24.000 metros de desnivel acumulado que se celebra en los Alpes italianos entre el 12 y el 19 de septiembre de este año. Una carrera de resistencia en montaña de una sola etapa: la vuelta completa al Valle de Aosta a los pies de las grandes cumbres alpinas.

Dicho así es contar bien poco pues hablamos de una etapa que dura, en el caso de Salvador Calvo (en el de otros, todavía más) tres días y tres noches durmiendo más bien nada y devorando kilómetros como un fórmula 1. Cuando el itinerario coincide con vías de comunicación que no están hechas para las cabras, se presenta al periodista una ocasión de oro para entrevistar a los corredores. El resultado son preguntas hechas a salto de mata y respuestas espontáneas con el jadeo como común denominador.

Éstas son, más o menos, las condiciones en las que Darío Rodríguez, enviado muy especial de www.desnivel.com entrevistó a Salvador Calvo cuando todavía le faltaba una noche por correr y la carrera se le estaba transformando en un Vía Crucis:


¿Qué tal se está desarrollando la carrera para ti?

"Es muy duro. No he podido dormir, me duele todo y no sé si aguantaré otro día sin dormir."


Y en líneas generales ¿Qué te parece el Tor des Géants?

"¡Madre mía! ¡Esto es una locura! Es impresionante. No sé cuánta gente se habrá retirado ya, pero imagino que bastante y fíjate lo que queda todavía… ¡Una barbaridad!"


Entonces, ¿el Ultra Trail del Mont Blanc?

"Un paseo al lado de esto."


¿Sabes que sacas al italiano Ulrich Gross una ventaja de 20 minutos?

"Pues va fuerte e incluso puede ganar porque lleva una progresión espectacular. Tiene mucho morro porque cuando yo me paré a dormir unos minutos en plena noche y él me adelantó, lo volví a alcanzar pero no me dijo quién era. Me encontré a un tío corriendo con una frontal y le pregunté quién era, me respondió con evasivas ¡y era Gross! Iba corriendo junto a mí y no me decía que era otro corredor. Aquello me extrañaba muchísimo porque se me olvidó coger agua y si es un aficionado que anda por ahí y te acompaña –porque me ha acompañado muchísima gente– enseguida te ofrece de todo. Como pensé que estaba entrenando y que era una persona del lugar, me paré a ponerme los guantes y le dejé marchar sin ir detrás de él. Si lo llego a saber…"


¿Cómo estás físicamente?

"¡Me duele todo! Pero bien. Es previsible que al final te duela todo. Pero se trata de aguantar porque todavía queda bastante."


¿El momento más duro?

"Me cogió nevando mientras subía a un collado. Lo peor es cuando te quedas sin fuerzas, cuando te pones a subir y ya no tienes fuerzas. Lo estás pasando fatal porque parece que se te está saliendo el corazón. Todo el mundo dice que la primera parte era más dura y realmente lo era pero estás más fresco y ahora se está haciendo interminable. Las bajadas me están destrozando los cuadriceps, las rodillas. Y el calor... Se junta todo. Ahora es cuando te tienes que convertir en una máquina. No pensar y hacer kilómetros. No pensar en nada porque si piensas te paras."


¿Intentas no pensar en nada o en algo positivo?

"Siempre algo positivo como "ya me queda poco", "he llegado hasta aquí", "ahora tengo un avituallamiento", cualquier cosa menos pensar en acabar."



¿Qué es lo que te duele exactamente?

"La rodilla, los cuadriceps… La espalda la siento como si me pincharan con agujas. Y los dedos de los pies no quiero ni verlos cuando me quite las zapatillas. Pensé que no lo iba a aguantar tanto. Ese dolor de la rodilla era insoportable y me impedía formar un ángulo de 95 grados con la pierna. Lo pasé fatal. Estuve cuatro horas en la camilla. Después el médico me dijo que podía continuar."


¿En esta carrera te mueves en el límite de resistencia?

"He vomitado muchas veces, no he podido comer. Llega un momento en el que no te entra nada."


¿Cuánto has dormido en toda la carrera?

"Dos horas y cuarto."


¿Qué es lo más difícil de un trail como éste?

"La cabeza. Por la noche es desesperante. Estás agotado. Ayer me quedé dormido encima de una piedra. Me senté y me quedé dormido. Entonces la cabeza te pregunta, "¿dónde vas?" Te propones llegar a un punto y acabas agotado. De noche, agotado, muerto de sueño, te puedes resbalar y matarte."

¿Hay zonas peligrosas…?

Sí, y sobre todo de noche. Es una competición y por la noche es bastante difícil. Si coges una pista, hay carteles que te avisan, pero hay bajadas bastante peligrosas.


¿Cuando ibas por delante era más fácil?

"Hay un momento en el que hay tensión pero cuando ves que no puedes ya, te lo tomas con más tranquilidad. Si puedes y tienes fuerzas, bien, pero si tienes una lesión toca aguantar y nada más."

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