Primera prueba puntuable para la Copa Euskal Herria:
Me enfrento a la carrera más dura que he corrido en mi vida, una maratón con 5500 metros de desnivel acumulado, para los que no os hacéis una idea, es una caña. Pocas maratones conozco que tengan más desnivel.
Me caigo de la cama y arranco para Orozko, llego a las 7.30 y estoy solo, hago tiempo y me encuentro con Rubén Larrinaga (de Orozko). Le acompaño a tomar un café, hablamos con Perurena (de Orozko, 4º clasificado) y a prepararse.
A pesar de ser una pedazo de carrera somos pocos los locos que nos enfrentamos a este reto. Por un lado puede ser porque coincide con la Copa del mundo en Cataluña (aunque luego me he fijado y tampoco había muchos vascos allí, unos cuatro o cinco) y por otro lado es una carrera muy dura y estamos a principios de temporada, por lo que a mucha gente igual le impone respeto. La verdad que ayer pensando en la cama, me dije, Gaizka, eres consciente a lo que te enfrentas?.
Me enfrento a la carrera más dura que he corrido en mi vida, una maratón con 5500 metros de desnivel acumulado, para los que no os hacéis una idea, es una caña. Pocas maratones conozco que tengan más desnivel.
Me caigo de la cama y arranco para Orozko, llego a las 7.30 y estoy solo, hago tiempo y me encuentro con Rubén Larrinaga (de Orozko). Le acompaño a tomar un café, hablamos con Perurena (de Orozko, 4º clasificado) y a prepararse.
A pesar de ser una pedazo de carrera somos pocos los locos que nos enfrentamos a este reto. Por un lado puede ser porque coincide con la Copa del mundo en Cataluña (aunque luego me he fijado y tampoco había muchos vascos allí, unos cuatro o cinco) y por otro lado es una carrera muy dura y estamos a principios de temporada, por lo que a mucha gente igual le impone respeto. La verdad que ayer pensando en la cama, me dije, Gaizka, eres consciente a lo que te enfrentas?.
AL TORO POR LOS CUERNOS.
Nos juntamos en la plaza y salimos. Damos un rodeo por el pueblo y tira para el monte como las cabras. Sé que tengo que ir despacio ya que va a ser una etapa muy dura y larga y no estoy en forma así que poco a poco. Paso por el km 5 en 27 min. La verdad que me encuentro bien, hace buena temperatura, la pena es que hay mucha niebla. Por el 10 llego en 57 min. Nos enfrentamos a Oderiaga con frío, granizo y mucho viento que hace más duro todavía el ascenso. La verdad que aunque sea más duro, me gusta, me recuerda a esos reportajes que suelo ver de carreras en alta montaña, estamos empapados enteros y el granizo con el viento hace daño cuando pega en la piel. Encogidos de hombros y empapados hasta los huesos ascendemos Oderiaga y al pasar a la otra cara del monte disfrutamos de una panorámica envidiable. Un verde intenso con una niebla entre mezclada por la ladera junto con el colorido que aportan los corredores con sus equipajes hacen que te olvides de la carrera y disfrutes unos segundos de esta maravilla.
Después de un bonito y muy entretenido descenso entre bosques, ríos, caminos estrechos… en el km 20 aproximadamente nos enfrentamos al Gorbea, allá por las dos horas de carrera. Un poco más arriba veo a Edu Calleja (1º Copa EH 2006), se que ha estado lesionado y que no habrá podido entrenar lo suficiente. Subimos un poco y vemos como baja Jabi Olabarria (primer clasificado) de Orozko.
En el avituallamiento de abajo me informan que se tarda una media hora en subir. Una subida dura que se acentúa con la niebla que nos impide ver cuanto queda. Avanzado el ascenso, otro corredor, Iker de Zeanuri, me dice que queda poco para llegar a la cruz. Dicho y hecho, a unos metros aparece la cruz, fichar en 2 horas 40 minutos mas o menos y para abajo. Estamos unos 4 o 5 corredores que empezamos a bajar relativamente juntos para no perdernos (en esto de las carreras de montaña no se va en pelotones ni mucho menos, como mucho uno detrás de otros y con cierta distancia), como decia, bajamos juntos ya que la niebla es densa e impide ver las marcas. Hierba, piedras, barro, hojas… hasta el avituallamiento por el que pasamos a la subida.
Disfrutando del paisaje tiramos para adelante por un sendero en el que vamos uno detrás del otro haciendo constantemente la goma. Las piernas empiezan a acusar el cansancio y todavía queda mucha carrera (estaremos por el km 25 más o menos). Tiran para adelante dos o tres corredores y yo les dejo unos metros. Prefiero hacer mi carrera que no obsesionarme con seguirles porque luego igual pincho, soy consciente de mi estado de forma y no quiero arriesgar. Después de subir otros dos montes más, tiramos para abajo entre niebla la que provoca que me pierda.
Cuagüen zotz!!!, no veo marcas, por aquí no es porque no hay marcas, joder, grito por si me oye algún corredor, tiro para atrás y no veo ninguna marca. Bastante tengo con los 42 km como para hacer extras. Vuelvo a gritar y me contesta otro corredor, es Edu. Tiramos para arriba, para abajo y por fin, “aquí hay una marca”. Tiramos los dos juntos para abajo hasta el último avituallamiento.
Ya todo es cuesta abajo, y como decía uno, cuesta abajo hasta la mierda corre y le doy la razón pero alguna mierda más rápido que otra. Seguimos bajando y le digo que si quiere que tire para adelante que yo voy justo, me dice que no, pero el va más fresco y poco a poco me saca metros sobretodo cuando me tengo que parar a atarme el cordón ya que me saca unos metros que ya no recuperare.
Ya quedara poco, cuatro km más o menos y veo como viene rápido (por el ruido de la pisada) otro corredor, venga Txapel me dice, era Ismael de Sestao. Que “carbón”. Ni le intento seguir porque veo que él va suelto y no me merece la pena. Eso si, no voy a dejar que me adelante nadie más. Miro para atrás, jooooder, que viene otro. Quedaran unos dos km y no les voy a dejar, me concentro, a pesar del cansancio, acelero, me quiere entrar el flato y no puedo más, veo el pueblo, joder pero esta muy lejos, por momentos pienso en tirar la toalla porque estoy muy cansado, no puedo más, voy muy rápido para estar en el km 40, en este km lo mas normal es dejarte llevar y no ir al ritmo que voy, venga, venga Gaizka. Más rápido no puedo. Entramos en una campa les saco mucha distancia a los de detrás y al fondo veo ya a gente del publico en una curva. Por lo visto no son unos cualquiera, son Pili y Víctor (mis aitas). Mi ama grita mi nombre desde lejos insegura de que sea yo. Levanto los brazos confirmando que tienen buena vista. Mi aita prepara el móvil para sacar la foto, mi ama me da ánimos y le avisa a Eneritz de que llego. Poso para la foto y veo al fondo a Eneritz, venga Gaizka, ánimos, foto y ultima curva, intento poner buena pinta, últimos metros, veo a mi hermano, a Maite y más adelante a Mikel Letona y Meta.
Nos juntamos en la plaza y salimos. Damos un rodeo por el pueblo y tira para el monte como las cabras. Sé que tengo que ir despacio ya que va a ser una etapa muy dura y larga y no estoy en forma así que poco a poco. Paso por el km 5 en 27 min. La verdad que me encuentro bien, hace buena temperatura, la pena es que hay mucha niebla. Por el 10 llego en 57 min. Nos enfrentamos a Oderiaga con frío, granizo y mucho viento que hace más duro todavía el ascenso. La verdad que aunque sea más duro, me gusta, me recuerda a esos reportajes que suelo ver de carreras en alta montaña, estamos empapados enteros y el granizo con el viento hace daño cuando pega en la piel. Encogidos de hombros y empapados hasta los huesos ascendemos Oderiaga y al pasar a la otra cara del monte disfrutamos de una panorámica envidiable. Un verde intenso con una niebla entre mezclada por la ladera junto con el colorido que aportan los corredores con sus equipajes hacen que te olvides de la carrera y disfrutes unos segundos de esta maravilla.
Después de un bonito y muy entretenido descenso entre bosques, ríos, caminos estrechos… en el km 20 aproximadamente nos enfrentamos al Gorbea, allá por las dos horas de carrera. Un poco más arriba veo a Edu Calleja (1º Copa EH 2006), se que ha estado lesionado y que no habrá podido entrenar lo suficiente. Subimos un poco y vemos como baja Jabi Olabarria (primer clasificado) de Orozko.
En el avituallamiento de abajo me informan que se tarda una media hora en subir. Una subida dura que se acentúa con la niebla que nos impide ver cuanto queda. Avanzado el ascenso, otro corredor, Iker de Zeanuri, me dice que queda poco para llegar a la cruz. Dicho y hecho, a unos metros aparece la cruz, fichar en 2 horas 40 minutos mas o menos y para abajo. Estamos unos 4 o 5 corredores que empezamos a bajar relativamente juntos para no perdernos (en esto de las carreras de montaña no se va en pelotones ni mucho menos, como mucho uno detrás de otros y con cierta distancia), como decia, bajamos juntos ya que la niebla es densa e impide ver las marcas. Hierba, piedras, barro, hojas… hasta el avituallamiento por el que pasamos a la subida.
Disfrutando del paisaje tiramos para adelante por un sendero en el que vamos uno detrás del otro haciendo constantemente la goma. Las piernas empiezan a acusar el cansancio y todavía queda mucha carrera (estaremos por el km 25 más o menos). Tiran para adelante dos o tres corredores y yo les dejo unos metros. Prefiero hacer mi carrera que no obsesionarme con seguirles porque luego igual pincho, soy consciente de mi estado de forma y no quiero arriesgar. Después de subir otros dos montes más, tiramos para abajo entre niebla la que provoca que me pierda.
Cuagüen zotz!!!, no veo marcas, por aquí no es porque no hay marcas, joder, grito por si me oye algún corredor, tiro para atrás y no veo ninguna marca. Bastante tengo con los 42 km como para hacer extras. Vuelvo a gritar y me contesta otro corredor, es Edu. Tiramos para arriba, para abajo y por fin, “aquí hay una marca”. Tiramos los dos juntos para abajo hasta el último avituallamiento.
Ya todo es cuesta abajo, y como decía uno, cuesta abajo hasta la mierda corre y le doy la razón pero alguna mierda más rápido que otra. Seguimos bajando y le digo que si quiere que tire para adelante que yo voy justo, me dice que no, pero el va más fresco y poco a poco me saca metros sobretodo cuando me tengo que parar a atarme el cordón ya que me saca unos metros que ya no recuperare.
Ya quedara poco, cuatro km más o menos y veo como viene rápido (por el ruido de la pisada) otro corredor, venga Txapel me dice, era Ismael de Sestao. Que “carbón”. Ni le intento seguir porque veo que él va suelto y no me merece la pena. Eso si, no voy a dejar que me adelante nadie más. Miro para atrás, jooooder, que viene otro. Quedaran unos dos km y no les voy a dejar, me concentro, a pesar del cansancio, acelero, me quiere entrar el flato y no puedo más, veo el pueblo, joder pero esta muy lejos, por momentos pienso en tirar la toalla porque estoy muy cansado, no puedo más, voy muy rápido para estar en el km 40, en este km lo mas normal es dejarte llevar y no ir al ritmo que voy, venga, venga Gaizka. Más rápido no puedo. Entramos en una campa les saco mucha distancia a los de detrás y al fondo veo ya a gente del publico en una curva. Por lo visto no son unos cualquiera, son Pili y Víctor (mis aitas). Mi ama grita mi nombre desde lejos insegura de que sea yo. Levanto los brazos confirmando que tienen buena vista. Mi aita prepara el móvil para sacar la foto, mi ama me da ánimos y le avisa a Eneritz de que llego. Poso para la foto y veo al fondo a Eneritz, venga Gaizka, ánimos, foto y ultima curva, intento poner buena pinta, últimos metros, veo a mi hermano, a Maite y más adelante a Mikel Letona y Meta.
Prueba superada!!!, he acabado una maratón de 5500 metros de desnivel acumulado en 4 horas 28 minutos y 54 segundos en el puesto 36. Estoy muy contento, he disfrutado como un enano, he sufrido como un carbón y he corrido como he podido.
Depues de comentar la jugada con los presentes (aita, ama, Iñigo, Maite y Eneritz) me cambio y creo que tengo más que merecido un marianito rojo y un pincho de bacalao en el Arrugaeta con buena compañía.
Próxima cita: Kosta trail, carrera aconsejable que trascurre entre Portugalete y Plentzia por toda la costa con acantilados, playas…, preciosa, divertida y poco dura. El año pasado quede octavo y este año espero mejorar mi marca y quedar entre los 30 primeros (este año habrá mucho más nivel porque es puntuable). Ya veréis como a pesar de mejorar mi marca, espero (a no ser que haga mucho calor) hago peor puesto.
Depues de comentar la jugada con los presentes (aita, ama, Iñigo, Maite y Eneritz) me cambio y creo que tengo más que merecido un marianito rojo y un pincho de bacalao en el Arrugaeta con buena compañía.
Próxima cita: Kosta trail, carrera aconsejable que trascurre entre Portugalete y Plentzia por toda la costa con acantilados, playas…, preciosa, divertida y poco dura. El año pasado quede octavo y este año espero mejorar mi marca y quedar entre los 30 primeros (este año habrá mucho más nivel porque es puntuable). Ya veréis como a pesar de mejorar mi marca, espero (a no ser que haga mucho calor) hago peor puesto.