Distancia: 100 km
Desnivel acumulado: 10.000 m
Web: http://www.hiruhaundiak.com/
Nos lleva Jon Lozano (eskerrik asko Jon) hasta la salida a su hermano Javi, Imanol y a mi. Allí nos juntamos con Joseba (cuñado de Javi), eskerrik asko Joseba por recogerme el dorsal.
Son poco más de las 23.30 del viernes 25 cuando se abre el control de chips. Fichamos y nos ponemos en linea de salida. Me encuentro para mi sorpresa con Felipe Larrazabal (Euskal Selekzioa), ya que pensaba que estaba lesionado. Me comenta que no ha entrenado mucho por la lesión pero que no quería perderse la fiesta.
24 horas del viernes 25 de Junio, 1500 participantes, 24 horas de limite máximo y 100 km por delante, pum!!! salida.
Ya no hay marcha atrás, rápidamente se forma un pequeño grupo de cabeza, la elite, que tiran para adelante. Los nervios hacen que antes de llegar al primer km tenga que parar a mear, madre mía !!!. Venga, ya esta todo en orden, aprieto un poco para juntarme a un segundo grupo de unos 10 corredores. Entre tanto me encuentro con Arkaitz Ereño, con el que cruzo unas palabras.
El primer monte que afrontamos es el Gorbea y esta parte del recorrido, hasta el km 28 , me lo conozco. Empieza a empinarse el terreno y esto hace que algunos corredores dejen de correr, yo no quiero ir solo y prefiero no parar hasta que alcance al grupo de delante.
Una vez alcanzado, compruebo que este grupo, si les sigo el ritmo, me llevaran de miedo. Por momentos pienso que son demasiado para mi, pero de momento, es llevadero. Están Felipe Larrazabal, Gaizka Azkorbebeitia (2º clasificado 2008), Mikel Zarrabeitia, Mikel Iridin... corredores que siempre están en los primeros puestos.
El ritmo es cómodo y la charleta amena, así que voy encantado, disfrutando de la carrera y de la compañía. Coronamos Gorbea en un tiempo de 1 hora 19 min, buen ritmo. Nos enfrentamos al descenso pronunciado con precaución, ya que mi frontal alumbra menos que una vela. El ritmo no es exigente pero la noche y mi "frontal" dificulta la bajada. A pesar de esto, adelantamos a algún corredor, vamos un grupo de 5 - 6 corredores que parece que hemos hecho piña.
Una vez recorrido el primer tramo de descenso, la cosa mejora, es una pista amplia por donde la inseguridad disminuye. Ir en este grupo es todo un placer, la conversación es constante y la compañía de lujo. Llegamos a Ubidea (km 24), son las 2 y pico de la mañana y el pueblo esta en fiestas. Verbena, ambiente, gente y bares, madre mía que tentación. Uno del grupo lanza una propuesta, "oye, yo tengo 20 euros, eh!!!", después de analizarla, sale denegada, aunque muy bien valorada.
Ánimos de la gente que nos esperaba entre pote y pote, gritos, aplausos y nos enfilamos para Otxandio (km 28), primer avituallamiento solido y final de la primera de las tres etapas.
En Ubidea nos informan de que por delante nuestro van unos 16 corredores, más 5 que somos en el grupo, en el peor de los casos voy el 21, ya firmaría este final.
Llegamos a Otxandio a las 3 menos cuarto de la mañana más o menos donde aprovechamos para comer un poco de fruta, rellenar los botellines de agua y sin mucho descanso continuar con la faena.
Hasta aquí ya conocía el recorrido, así que de ahora en adelante todo una aventura, más aun cuando únicamente me funciona el cronometro del reloj, ya que, las pulsaciones, km, mapa... están locos.
Ahora nos espera acercarnos a Urkiola por senderos amplios para enfilarnos a Anboto, monte muy técnico y duro que pondrá a cada uno es su sitio. Constantemente pasamos por controles y avituallamientos líquidos que nos informan de como va la carrera por delante, parece que va interesante, entre nosotros también hacemos nuestras apuestas.
Llegamos a las faldas de Anboto, aquí nos esperan unos pocos km de ascenso por un terreno de roca, abrupto, técnico y muy muy duro. El ritmo no es suave pero se puede aguantar, si es posible, quiero permanecer con esta gente, sobre todo, hasta que se haga de día. Como he dicho, Anboto pone a cada uno es su sitio, por lo que, adelantamos a algún corredor que no puede aguantar el ritmo. La subida es durisima, estamos constantemente trepando entre piedras con un terreno complicado que lo hacen muy entretenido y bonito. Coronamos la cima (km 41), miro el reloj, 3.45, madre mía 15 min por debajo del mejor de los casos. Aprovecho para mirar un poco el entorno, la noche, el viento, los frontales que se ven por detrás nuestro como si fueran un ejercito de luciérnagas en fila india que hacen que desconecte por momentos de la carrera.
Continuamos por la cresta del Anboto a reducida velocidad, provocada por el terreno rocoso que nos brinda este monte, con una sensación de libertad muy agradable.
El Anboto no deja lugar para el descanso y enseguida nos presentamos en un técnico, duro y arriesgado descenso por el que la precaución y la paciencia tiene que prevalecer frente a la velocidad. A pesar de bajar despacio y con calma adelantamos a varios corredores que están teniendo problemas. Yo, por mi parte, no estoy nada cómodo, mi frontal no alumbra apenas, el terreno es muy complicado y en muchos tramos tenemos que ir, literalmente, con el culo en el suelo.
Afortunadamente, finalizo el descenso a escasos metros del grupo y con una sensación muy especial. Anboto me ha marcado, no se si habrá sido la Dama de Anboto, su dureza, su dificultad, su agresividad o simplemente que una montaña como esta, con tanta personalidad, no te deja como si nada. Es la primera vez que la subo, de noche, deprisa, sin disfrutarla como se merece, pero, no sé que tiene que me ha marcado.
Nos reagrupamos, Felipe ha bajado como un tiro y se ha distanciado. Ahora somos 4 y mi proxima meta es el alto Kurtzeta, allí probable mente este mi aita.
Aprovecho la tranquilidad del camino para llamar a Eneritz y a mi aita para informarles del tiempo de paso para que lo tengan de referencia.
Los problemas gástricos son muy habitual en estas carreras, por eso, hay que cuidar mucho lo que se come y bebe. De hecho, a Gaizka Azkorbebeitia, le están pasando factura y ya han sido dos veces las que ha tenido que parar a abonar el monte, eso si, la facilidad y rapidez con que lo hace es increíble. Por otro lado, Mikel Zarrabeitia tambien esta teniendo problemas y se están quedando atrás.
Más grave todavía han sido los vómito y demás de Zigor Iturrieta (Euskal Selekzioa y para mi favorito de la prueba) que le hemos adelantado con muy mala cara por el malestar y la desilusión de lo sucedido.
Afortunadamente, ya esta amaneciendo y en breve el frontal dejará de ser necesario. En un vistazo para atrás vemos como se acerca otro corredor, parece que es Fonso Manterola (Laudio), nos alcanza y se une al grupo.
Me quito el frontal y afrontamos unos metros cuesta abajo por carretera a la espera de llegar a Kurtzeta (km 50). A lo lejos veo a unos espectadores a la orilla de la carretera, levanto la mano para confirmarle a mi aita mi presencia, me responde con un grito desde mitad de la carreteta. Cuando llego, me paro, le doy el frontal y todos los envoltorios de los geles y barritas ya consumidos. "Que tal vas?" me pregunta, "bien, muy bien". Continuo la carrera unos metros por detrás del grupo y le informo de que en Landa (km 60) estarán Eneritz, Angel y Maribel."Animo, regula, cogeles poco a poco" me grita a lo lejos.
El descenso es llevadero y el ritmo es comodo, ahora estamos un grupo de 4, ya que Fonso Manterola se ha unido, Mikel Zarrabeitia se ha quedado atras y Felipe Larrazabal ha tirado para adelante. Por tanto, somos Mikel Iridin, Gaizka Azkorbebitia, Fonso y yo.
Muy cómodo y contento continuamos la carrera con ganas de llegar a Landa, punto clave de la carrera, segundo y ultimo avituallamiento solido y donde la organización te permite dejar una mochila para cambiarte de ropa, zapatillas...
Fonso me pregunta a ver si nos vamos a cambiar de zapatillas, le contesto que si, que a mi me esperan allí con la ropa y demas.
Dicho y hecho, después del camión de la organización, le veo a Eneritz al fondo con la mochila, paso la valla y doy paso al cambio de calzado y reposición de "gasolina" entre los comentarios de mi aita, Angel, Maribel y Eneritz. "Que tal vas?", me preguntan, "muy bien, demasiado bien, eso es lo que me preocupa" contesto. "No, vas muy bien y vas a acabar mejor" me contesta mi aita. Mientras me limpio los pies con agua, me cambio calcetines y calzado, me meten en la mochila más barritas, geles, galletas, anacardos y polvos mágicos.
Dicho y hecho, después del camión de la organización, le veo a Eneritz al fondo con la mochila, paso la valla y doy paso al cambio de calzado y reposición de "gasolina" entre los comentarios de mi aita, Angel, Maribel y Eneritz. "Que tal vas?", me preguntan, "muy bien, demasiado bien, eso es lo que me preocupa" contesto. "No, vas muy bien y vas a acabar mejor" me contesta mi aita. Mientras me limpio los pies con agua, me cambio calcetines y calzado, me meten en la mochila más barritas, geles, galletas, anacardos y polvos mágicos.
Sin perder detalle de por donde andan Mikel, Fonso y Gaizka vuelvo a entrar en el avituallamiento para coger agua, un platano y un trozo de naranja. Mikel y Gaizka han salido, así que, me despido de los mios (Eneritz, Angel y Maribel les veo más adelante pero mi aita tiene que marchar porque tienen una boda, ahí de la ausencia de mi ama), les hago una señal de que todo esta en orden con el dedo pulgar en alto y continuo con la carrera con un tiempo de 6 horas 52 minutos.
Unos metros más adelante, nos reagrupamos los cuatro como nuevos, despues de pasar por boxes. Nos han informado que en Landa un par de corredores que iban delante nuestros se han retirado. En este punto, km 60, suelen decir que aqui empieza la carrera, el que aqui llega fuerte tiene muchos km para correr, el que llega justo se le hace eterno.
Xabi Alonso, me había dicho que justo después de Landa había unas cuestecillas bastante majas y la verdad que no me engaño. Allí estaban, yo me encuentro muy bien y aprieto un poco las tuercas. Nos ponemos en fila de a uno y empiezan a producirse algún que otro descuelgue. En breve llegaran los 83 molinos de la sierra de Elgea por donde se puede correr si se va fuerte y en donde a la mitad de ellos aproximadamente me espera la inchada (km 76).
La dura subida ha hecho que nos hayamos distanciados y como consecuencia del buen ritmo que llevo adelanto a un corredor que se le empieza a hacer largo la Hiru handiak.
Por momentos, me encuentro mejor subiendo que llaneando y sorprendentemente me alegro cuando veo a lo lejos una dura subida antes de empezar con los molinos.
El sol ya empieza a castigar, la subida me motiva y cuando miro para atrás veo como la distancias se alargan, por lo que de momento mi cabeza esta por las nubes. Una vez arriba, coincido con un aficionado amurriarra, le pregunto a cuanto están los de delante y me comenta que los tengo a bastante distancia.
Empezamos los molinos, son 83, no los pienso contar y espero que la monotonía de la pista y el sonido de sus elices no me castiguen psicologicamente. El paisaje es precioso y la facilidad del terreno y el sube y baja del recorrido hace que podamos disfruta del entorno.
Aprovecho la covertura telefónica para llamarle a Eneritz, ellos ahora han tenido su sesión montañera y quiero saber por donde andan. Me informa de que ya están en el avituallamiento y de que ha subido como una jabata.
El cansancio empieza a hacer acto de presencia y ya tengo ganas de llegar a mi próximo punto de referencia, el km 76. La sierra me deja tener mucha visibilidad tanto por adelante como por atrás. Por adelante no veo a nadie pero por atrás le veo a Mikel Iridin cada vez más cerca pero detrás de él no visualizo a nadie.
A lo lejos veo el avituallamiento y oigo los ánimos de Maribel, maquina de fotos en mano inmortalizando el momento. Les comento que los km empiezan a pesar, que el resto del grupo se ha quedado atrás y repongo por ultima vez, tanto liquido como solido. Me despido hasta meta de Eneritz, Maribel y Angel y tiro para adelante con Mikel, estamos en el 76 con un tiempo de 9 horas y 38 minutos.
Vamos muy bien de tiempo, nos quedan 24 km con la dura, durísima subida a Aizkorri entre medio. A estas alturas del recorrido vamos 8º y 9º clasificados después de los adelantamientos y abandonos de los últimos km. La situación es inmejorable, pero ahí que aguantar lo que nos queda, que no es moco de pavo, un bajón a estas alturas de la carrera sería más que habitual y me podría arruinar la carrera.
Acabamos los molinos, Mikel va muy fuerte y constantemente me esta dando ánimos para que no me descuelgue. El ritmo que lleva después de 80 km de carrera es muy duro y voy en todo momento con el gancho pero no me quiero quedar solo. Estoy haciendo todo lo posible para aguantarle el ritmo pero tanto cuesta arriba como llaneando estoy haciendo la goma.
A lo lejos nos espera una dura subida donde a mitad de ella visualizamos a un corredor, " es Felipe?" me pregunta Mikel, mi sorpresa me hace contestarle que no casi sin comprobarlo pero después de unos minutos, comprobamos que si, es Felipe. Le alcanzamos y nos comenta que esta roto, le animamos que venga con nostros pero dice que no puede, le ofrecemos barritas, agua... pero ya tiene."Tirad, tirad para adelante que un poco más adelante va uno flojeando", nos comenta. Me da mucha rabia, una pena que no haya podido preparar la carrera como queria porque hubiera dado mucha caña adelante.
Los comentarios de Felipe nos dan animos para incrementar el ritmo cuando justo antes de empezar a afrontar la subida Aizkorri, vemos y adelantamos al corredor que comentaba, es Imanol Aleson, corredor muy experimentado que por lo que parece ha sufrido un pajaron, ya que iba en los primeros puestos y va perdiendo posiciones por momentos.
A pesar del cansancio me veo motivado ya que después de este ascenso seran menos de 10 km de descenso hasta meta. Empiezo a subir Aizkorri siguiendo el durisimo ritmo que esta marcando Mikel, por momentos le puedo seguir pero mi ritmo es más fruto de la emoción que de las fuerzas. La subida es un constante esfuerzo sin un metro de descanso trepando con las manos por las rocas de este monte tan emblematico. No son pocos los montañeros que nos animan con frases como "venga que no os queda nada". Lo que no acabo de concretar cuanto es nada, madre mía esto es interminable, mi concepto de nada no es el mismo que el de esta gente. El sol empieza a hacer de las suyas y cuando parece que estamos arriba tenemos que continuar por el cresterío, es un sin parar, un ritmo que me parece excesivo para la caña que llevamos en la piernas. Por fin cima, empezamos el descenso, Mikel se le ve sobrado, el descenso no es muy empinado pero el terreno es muy técnico y con 90 km en las piernas la concentracion es elemental, ya que un despiste a esta altura de la carrera puede ser imperdonable. Mi motivación es maxima pero el ritmo es inaguantable, no hay un tramo para el respiro y Mikel se me esta distanciando unos metros. Procuro alcanzarle pero en cuanto me despisto un poco se me escapa con mucha facilidad. No puedo más, sé que me quedan menos de 7 km pero esta siendo un descenso durísimo. Mikel me anima pero le digo que siga para adelante, que no puedo más, estoy agotado, veo imposible continuar a ese ritmo hasta meta, asíque decido reducir el ritmo y dejarle escapar.
Me vengo abajo, han sido unos ultimos km muy exigentes y me han pasado factura, me doy cuenta de que estoy vacio, intento motivarme, pienso en positivo, solo son 6-7 km, intento solo tener un + en mi mente pero la cabeza me puede. No puedo, pasan los minutos y no puedo ni correr cuesta abajo. Me paro unos segundos, bebo, me hecho agua por la cabeza, intento espabilarme, tomo todo el gel que me queda, como algo, saco el movil y sigo andando (la verdad que andando se va de cojones), no quiero que me adelanten pero no puedo correr. Le llamo a Eneritz, "Eneritz, estoy roto" son mis palabras, "cuanto te queda" me pregunta, "pues unos 6-7 km". "Venga Gaizka quieres que te de conversación?" me pregunta, le digo que no. "Venga Gaizka que estamos aquí todos esperandote Pedro, Olaia, Fede, Naiara, Angel, Maribel, Iñigo, Maite y los geme" me contesta.
Cuelgo el telefono, la rabia y emoción mezclada por la palabras de Eneritz hacen que me ponga a correr. Han venido a verme desde Amurrio y yo voy a estar zanganeando por aquí arriba, por mis cojones y por todos ellos que sigo corriendo.
No necesitaba gel, ni agua, ni comida, lo que necesitaba eran esas palabras, que han hecho que me ponga las pilas. Venga Gaizka, venga, pienso para mi. Empiezo a coger ritmo, poco a poco voy mejor, vuelvo a coger el movil: "Eneritz, bajon superado, bajo como un tiro".
Sí, esto sí !!!, estoy cansado pero voy flotando, mi cuerpo esta agotado pero mi mente esta a tope, ya tiene que quedar poco, me cruzo con Javi Zorrilla, me anima sorprendido de mi puesto, le digo que me haga una perdida cuando venga el siguiente corredor pero me lio al darle el numero.
Ya quedara poco, cuando derrepente me encuentro con Angel (ha debido de ir en mi busqueda como loco cuando le ha dicho Eneritz que me había entrado la pajara) "Venga Txapel" me anima, "Ahora voy mejor" le informo. "Un km y medio más o menos" le oigo por detras mientras corre detras mío.
Angel, despues de ir a buscarme.
Ya no queda nada, una vez más le llamo a Eneritz "Ene, te lo dedico" le digo, "que?" me contesta", "que te lo dedico, vale?", pasan unos segundos hasta que oigo un hilo de voz entrecortado emocionado por la situacion, "vale" me contesta.
Estoy en el pueblo, no me lo acabo de creer van a ser poco más de la 13 horas cuando llego a Araia en septima posición en los Tres Grandes. Es algo increible, inmejorable, estoy llegando, ya veo a lo lejos a Eneritz y mi hermano casi en medio de la carrertera con mis sobrinos Asier y Zuriñe. Les cojo de la mano (con miedo a que me digan que no quieren entrar con migo en meta) corremos los tres juntos hacia meta y entrada triunfal con los sobris en 7º lugar con un tiempo de 13 horas 5 minutos.
Me junto con los mios (Eneritz, Angel, Maribel, Iñigo, Maite, Asier, Zuri, Olaia, Pedro, Fede y Naiara) y despues de la felicitaciones, comentamos la carrera y el resultado.
Os doy gracias a todos por venir a verme, aunque no os lo creais habeis sido parte del exito de esta carrera.
Es la primera vez que corro una carrera de más de 42 km y apesar de encontararme muy bien las dudas que tenía eran muchas, son muchos factores los que pueden afectar en este tipo de carreras y era muy elevado el nivel de corredores que particuipaban este año. Este ha sido el mejor puesto que he conseguido nunca y hacerlo en una carrera como esta es ... , no se que decir.
Veo la clasificacion y por momentos todavia no me lo creo.
Por ultimo, quiero dar las gracias tanto a la organizacion por su trabajo, a los espectadores por sus animos, a los que me preguntais, me llamais, me escribis o a los que me leeis. Tambien como no a los que habeis venido a verme y a los que os hubiera gustado vernir y como no y con el permiso de todo los demas quiero dedicar esta carrera a Eneritz, no solo por los animos durante la carrera sino por el aguantame en el día a día.
Eskerrik asko !!!
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