Fecha: 08/11/09
Después de un largo periodo de tiempo sin actividad competitiva (Maratón de Zegama, 24 de mayo), el pasado fin de semana me presente en la linea de salida del VI Duatlon de Montaña Ciudad de Orduña.
La carrera consta de dos parte, la primera de ellas a pie ( 10 km ), con salida en la plaza de Orduña, ascensión al Txarlazo ( La Virgen ) y bajada otra vez al pueblo para una vez alli coger la bici de montaña y se vuelve a la Sierra Salvada para hacer un recorrido de 14 km finalizando en la plaza.
Existe la posibilidad de hacerlo de forma combinada, esto es, un corredor hace la parte a pie y cuando llega a la plaza le pasa el relevo a su compañero para que este haga la segunda parte de bici.
Animados por Iñaki Cendoya, que hizo el año pasada la combinada con Pedro Ibarrola quedando campeones, nos atrevemos Iñaki Pinedo y yo a participar en el duatlon, con el añadido de la participación de Ritxi con un compañero de trabajo.
Por lo tanto yo haría la primera parte a pie y Pinedo haría la segunda.
Después de la Maratón de Zegama estuve entrenando bastante bien con el propósito de participar en alguna carrera de larga distancia pero las fechas, las vacaciones y las fiestas de Amurrio lo impidieron. Después del verano la verdad que el entrenamiento no ha sido una constante y me presentaba en esta carrera con muy malas sensaciones.
Los días previos a la carrera la lluvia no paro y el mismo día no iba a ser diferente.
Me presento en la línea de salida con la intención de ir fuerte desde el principio ya que es una carrera muy corta y no hay tiempo que perder.
La lluvia nos acompaña desde el primer minuto, aspecto que a mi personalmente no me importa lo más mínimo aunque los espectadores y los ciclistas no creo que opinen lo mismo.
Salida, me coloco entre los 10-15 primeros corredores pero en menos de medio kilometro veo que ese no es mi sitio, no me encuentro nada bien, no estoy fresco, me falta chispa y me sobran kilos (peso 3 kilos y medio más que en julio). Todo esto provoca que vaya perdiendo posiciones y no es eso lo peor, sino que lo que más me preocupa es que no me encuentro bien.
Después de este primer kilometro y medio nos adentramos en la primera cuesta de la subida a la Virgen, allí estarán Eneritz, mis aitas y los de Eneritz.
Dicho y hecho, tardan en reconocerme pero enseguida cámara de fotos en mano empiezan los ánimos, mi sensaciones no son buenas y no lo puedo ocultar, unos más que otros se percatan de mi situación.
El recorrido lo conozco como la palma de mi mano y procuro concentrarme en la subida y aunque me resulta difícil, procuro no despistarme con algunos de los pocos espectadores que hay y me conocen.
Vamos subiendo poco a poco sin perder ni ganar posiciones, me despisto mucho, tengo que centrarme y agilizar la zancada, procuro acercarme a los inmediatos corredores que van por delante pero 10 metros me lo impiden.
Ya estoy llegando a la última curva de herradura, cuando el primer corredor ya baja, me doy cuenta de que es Fuby, le animo y sigo con mi carrera. Tras pasar por el portillo recorto distancias con los ánimos de Zulueta y Mellado, más aun cuando los tres corredores que van casi justos se despistan un par de metros y en vez de girar a la izquierda tiran para adelante. Ese par de metros me facilitan adelantar a estos tres corredores. Ya estamos en la última cuesta y solo un par de corredores (los primeros) han sido los que me he cruzado, por lo que esto me motiva y aprieto los dientes.
Hasta el momento no he mirado más que una vez el reloj y poco antes de la Virgen me percato que a pesar de mis malas sensaciones, el tiempo de subida no es tan malo, 37 minutos 40 segundos. Me sorprendo gratamente y esto hace que la motivación se multiplique. Estoy convencido de que si en el descenso lo dejo todo, voy a ganar puestos, me conozco donde esta cada piedra y me veo con fuerza en la piernas.
Tiro para abajo sin la más mínima sensación de miedo por posibles resbalones o caídas por la lluvia sino todo lo contario. Es un terreno en la primera parte con mucha piedra y bastante técnico donde tengo que apretar los dientes.
Después de la primera bajada por campa mojada en la que veo delante a un corredor, nos adentramos en el pedrerio después de atravesar la pequeña piscina que nos ha brindado la lluvia. Todo lo mal que me veía subiendo, se trasforma en buenas sensaciones y confianza bajando, teniendo como consecuencia el adelantamiento de un corredor con bastante facilidad. Levanto la cabeza mirando a los de adelante y no a los de atrás, le veo lejos pero se le ve que va con miedo. Procuro concentrarme, no quito los ojos del suelo, me encuentro muy bien, me acerco, le adelanto, más adelante veo a otro y más adelante a otro. Estoy disfrutando como un enano, me veo suelto y a pesar de que entre uno y otro corredor hay bastante distancia, ya voy por el cuarto.
El descenso se va acabando, de hecho la parte técnica ya la he dejado atrás y veo a otro corredor que baja bastante rápido. Le alcanzo y le paso, le oigo por detrás como me sigue de cerca, a veces demasiado cerca, por momentos aprieto en exceso para que no consiga pasarme, logrando oír como se aleja sus pasos.
Distancia: 10 km
Web: http://www.greencup.com
Después de un largo periodo de tiempo sin actividad competitiva (Maratón de Zegama, 24 de mayo), el pasado fin de semana me presente en la linea de salida del VI Duatlon de Montaña Ciudad de Orduña.
La carrera consta de dos parte, la primera de ellas a pie ( 10 km ), con salida en la plaza de Orduña, ascensión al Txarlazo ( La Virgen ) y bajada otra vez al pueblo para una vez alli coger la bici de montaña y se vuelve a la Sierra Salvada para hacer un recorrido de 14 km finalizando en la plaza.
Existe la posibilidad de hacerlo de forma combinada, esto es, un corredor hace la parte a pie y cuando llega a la plaza le pasa el relevo a su compañero para que este haga la segunda parte de bici.
Animados por Iñaki Cendoya, que hizo el año pasada la combinada con Pedro Ibarrola quedando campeones, nos atrevemos Iñaki Pinedo y yo a participar en el duatlon, con el añadido de la participación de Ritxi con un compañero de trabajo.
Por lo tanto yo haría la primera parte a pie y Pinedo haría la segunda.
Después de la Maratón de Zegama estuve entrenando bastante bien con el propósito de participar en alguna carrera de larga distancia pero las fechas, las vacaciones y las fiestas de Amurrio lo impidieron. Después del verano la verdad que el entrenamiento no ha sido una constante y me presentaba en esta carrera con muy malas sensaciones.
Los días previos a la carrera la lluvia no paro y el mismo día no iba a ser diferente.
Me presento en la línea de salida con la intención de ir fuerte desde el principio ya que es una carrera muy corta y no hay tiempo que perder.
La lluvia nos acompaña desde el primer minuto, aspecto que a mi personalmente no me importa lo más mínimo aunque los espectadores y los ciclistas no creo que opinen lo mismo.
Salida, me coloco entre los 10-15 primeros corredores pero en menos de medio kilometro veo que ese no es mi sitio, no me encuentro nada bien, no estoy fresco, me falta chispa y me sobran kilos (peso 3 kilos y medio más que en julio). Todo esto provoca que vaya perdiendo posiciones y no es eso lo peor, sino que lo que más me preocupa es que no me encuentro bien.
Después de este primer kilometro y medio nos adentramos en la primera cuesta de la subida a la Virgen, allí estarán Eneritz, mis aitas y los de Eneritz.
Dicho y hecho, tardan en reconocerme pero enseguida cámara de fotos en mano empiezan los ánimos, mi sensaciones no son buenas y no lo puedo ocultar, unos más que otros se percatan de mi situación.
El recorrido lo conozco como la palma de mi mano y procuro concentrarme en la subida y aunque me resulta difícil, procuro no despistarme con algunos de los pocos espectadores que hay y me conocen.
Vamos subiendo poco a poco sin perder ni ganar posiciones, me despisto mucho, tengo que centrarme y agilizar la zancada, procuro acercarme a los inmediatos corredores que van por delante pero 10 metros me lo impiden.
Ya estoy llegando a la última curva de herradura, cuando el primer corredor ya baja, me doy cuenta de que es Fuby, le animo y sigo con mi carrera. Tras pasar por el portillo recorto distancias con los ánimos de Zulueta y Mellado, más aun cuando los tres corredores que van casi justos se despistan un par de metros y en vez de girar a la izquierda tiran para adelante. Ese par de metros me facilitan adelantar a estos tres corredores. Ya estamos en la última cuesta y solo un par de corredores (los primeros) han sido los que me he cruzado, por lo que esto me motiva y aprieto los dientes.
Hasta el momento no he mirado más que una vez el reloj y poco antes de la Virgen me percato que a pesar de mis malas sensaciones, el tiempo de subida no es tan malo, 37 minutos 40 segundos. Me sorprendo gratamente y esto hace que la motivación se multiplique. Estoy convencido de que si en el descenso lo dejo todo, voy a ganar puestos, me conozco donde esta cada piedra y me veo con fuerza en la piernas.
Tiro para abajo sin la más mínima sensación de miedo por posibles resbalones o caídas por la lluvia sino todo lo contario. Es un terreno en la primera parte con mucha piedra y bastante técnico donde tengo que apretar los dientes.
Después de la primera bajada por campa mojada en la que veo delante a un corredor, nos adentramos en el pedrerio después de atravesar la pequeña piscina que nos ha brindado la lluvia. Todo lo mal que me veía subiendo, se trasforma en buenas sensaciones y confianza bajando, teniendo como consecuencia el adelantamiento de un corredor con bastante facilidad. Levanto la cabeza mirando a los de adelante y no a los de atrás, le veo lejos pero se le ve que va con miedo. Procuro concentrarme, no quito los ojos del suelo, me encuentro muy bien, me acerco, le adelanto, más adelante veo a otro y más adelante a otro. Estoy disfrutando como un enano, me veo suelto y a pesar de que entre uno y otro corredor hay bastante distancia, ya voy por el cuarto.
El descenso se va acabando, de hecho la parte técnica ya la he dejado atrás y veo a otro corredor que baja bastante rápido. Le alcanzo y le paso, le oigo por detrás como me sigue de cerca, a veces demasiado cerca, por momentos aprieto en exceso para que no consiga pasarme, logrando oír como se aleja sus pasos.
Ya no queda nada de descenso, es una pista de cemento muy empinada que con el suelo mojado puede estar muy peligroso pero las sportiva (mis nuevas zapatillas) se portan como deben y me dan mucha seguridad. Levanto un segundo la mirada para ver si esta Eneritz, mis aitas o los de Eneritz. Les veo a los aitas de Eneritz, cuando estoy a su altura adelanto al último corredor, el sexto, se acaba el descenso pronunciado y ahora queda un km y medio en el que como sea, tengo que mantener la posición. El cambio tan brusco del descenso al llano hace provocar un cambio de ritmo que me rompe. Por momentos veo peligrar el puesto pero dejo todo lo que tengo para acabar con buen sabor de boca este descenso. Ya no queda nada, 400 metros, en una cuerva por sorpresa me encuentro con mi aita, me informa que voy el 14, aprieto como sea, aparece mi ama, me anima orgullosa y sorprendida de mi puesto, tiro para adelante, últimos metros, le intento localizar a Pinedo para pasarle el chip (relevo), le localizo y meta.
Le paso el chip a Pinedo y se lanza como loco a por la bici.
He hecho un tiempo de 57 minutos y 39 segundos (37 min 40 segundos en subir y 20 minutos en bajar).
Me reúno con Eneritz y comentamos la carrera, ella ya me había notado mal subiendo pero me comenta su sorprende por el tiempo final. Me junto con mis aitas... para comentar la carrera.
Como resultado final, Pinedo y yo hemos quedado segundos en la combinada, por detrás de Pedro y Cendoya. Como experiencia no ha estado nada mal, hemos subido al podium y nos ha motivado para el año que viene prepararla mejor para incordiarles un poco más a Pedro y Cendoya ;-)
Ritxi, a pesar de la climatología adversa ha mejorado en tres minutos el mejor de sus pronósticos y puede que el próximo año repita, de momento no lo afirma con rotundidad pero teniendo en cuenta que el duatlon está asociado a la posterior comida en Maroño, es fácil que repita.
Posible proxima carrera: Subida al Txarlazo (La Virgen) 13 diciembre.
Distancia: 10 km
Desnivel acumulado: 1.200 y pico metros
Web: http://www.greencup.org/GREEN%20CUP/ORDUNA/ORDUNA%202009.htm
Web: http://www.greencup.org/GREEN%20CUP/ORDUNA/ORDUNA%202009.htm
Tiempo: 57 min 42 seg
Puesto: 14 de 88 que acabaron, inscritos: ¿?
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