Hace unas semanas ya contamos con la inestimable colaboración del corredor vasco, Txus Romón, quien nos contaba su triunfo en la Travesera de los Picos de Europa. Ahora, fiel a su ameno estilo, nos narra cómo lo pasó al conseguir la segunda plaza en la Maratón de Montaña más longeva de España, la Galarleiz:
Domingo 17 de Julio, XVI edición de la Galarleiz, casi nada en carreras por montaña y es que es la primera, la criatura de Pedro Galarza, el primer desafío. Tiene merito sobrevivir tantos años y en parte puede que sea por la fidelidad a sus principios, sobre todo a su carácter POPULAR.
En el fin de semana de los ultras, Ehun Milak y Andorra (25 y 30 horas los primeros…) unos cuantos despistados, yo tenía el dorsal 374, nos fuimos a Zalla a coger el bus con destino a San Pelayo, a la campa de donde se sale a correr todos los años a finales de Julio desde que correr por el monte es deporte. Sabor añejo, recogida de dorsales, dejar la bolsa, saludar a los que no ves desde hace ni sabes el tiempo, un trotecillo, hacer pisss… Tradición.
¡BANG! Más que un disparo ha parecido un latigazo porque Fernando Arca sale escopetado, Remigio Queral detrás y un grupo de imprudentes entre los que me incluyo detrás de ellos. Para el 1ºkm lo veo claro, a 3´35” a Zalla no llego y Santiago Obaya me da la razón. Entre medias, otro par de valientes que no conozco pero que corren mucho, de momento más que yo. Así empezamos a saltar montes y praderas verdes, entre Bizkaia que es mi casa y Burgos, con un viento exagerado que viene de todas partes menos de atrás, de allí lo único que puede llegar es algún traidor con la intención de adelantarte. Zalama y Lamana pasan y el punto naranja, Remi, cada vez se aleja más, con Arca siguiéndole y Santi y servidor torturándose mutuamente. En el avituallamiento de Salduero (km 12) una lata de Aquarius decide no abrirse y vuelta para atrás ¡Mejor así cojo un plátano y un botellín de H2O! De paso dejo en paz a Santi.
Acompañados por los marchadores de la Galarleiz acometemos el terrible Balgerri, encogiendo la carrera como un acordeón menos el punto naranja que hoy hace de solista ¡Que envidia! Arriba me como un gel y me llevo el agua. Entre el Ilso y la Maza, Arca levanta el pedal porque su cuerpo hoy no va como él creía que iba a ir pero sigue como puede, es gallego. En el Burgüeno me junto otra vez con el asturiano, Santi. Es un placer verle correr, levantando las piernas y braceando bien coordinado. Bajando me vuelvo y ya no está. La diferencia está en que yo estoy en casa y tengo cada pendiente de este recorrido grabado muy profundo, se hasta en donde me van a llegar los calambres. Paso Terreros y Kolitza con su ermita donde el corazón siempre da un vuelco porque empiezan a aparecer los amigos y la gente que nos anima. Aquí (km 27) desenfundo un plátano del que se me cae la punta (yo no vuelvo otra vez) y me llevo un Powerade. Hasta la Porqueriza que está toda la banda hay que volar controlado porque el terreno invita pero seamos conscientes, nos espera el repecho de La Garbea y la más temida de todas las cuestas del mundo mundial, “El Prado de Martintxu”.
En al Porqueriza hace rato que no se ve al punto naranja pero tampoco veo a nadie detrás y la banda empieza a animarme ¡Venga Txus! ¿Quién era el primero? “Un valenciano” ¡Joder como corría! ¡Gracias por los ánimos! Una sorpresa, Patxi que no corre por culpa de su espalda está en la Garbea “Venga Txus que le coges…”, “Jaja”. Gel agua y para abajo.
Ya casi está, encaro el Prado de Martintxu y aparece Felipe con vaqueros y paraguas a animarme y algo me dice que la envidia es mutua (sobre todo por los vaqueros). Abajo está Santi empezando pero ya no me coge…Bueno quien sabe porque como pensaba allá por el Burgüeno los calambres tenían que llegar y una vez empiezas a correr después de la mortal rampa y con un botellín de agua en la mano pues eso, los gemelos a 220V. El truco está en no parar, correr despacio o caminar pero que el músculo no deje de carburar y en 2 minutos se pasa el apuro.
Ahora sí, se oye el ruido inconfundible de la meta, este año junto al ayuntamiento de Zalla; que bonito encarar el arco de llegada con el crono al fondo y los periodistas, Pedro con su visera y su cámara de fotos…No quiero que se acabe pero la banda me está esperando. Llego y saludo a Remigio ¡Que tío! 3h20´. Santi llega con los pies tocados (claro esta semana llevará como 150km pero eso es otra historia) pero contento y detrás el rosario, el incombustible Chinoto, Ramón...
Así termina este viaje en el tiempo. Han pasado XVI ediciones pero el desafío se repite cada año en Julio, con el mismo sabor, gracias a Pedro y su gente.
PD: Juanma Agejas, que ganó la de 2006, no se pudo presentar en la salida a las 9:30 porque hasta el mismo Domingo no podía salir de Madrid. Llegó a las 14:00 horas, recogió su dorsal en una casa y llegó a Zalla a las 18:30. Puede seguir presumiendo de haberlas corrido todas, la última en semiautosuficiencia. Qué remedio y es que todos los voluntarios tienen un límite. Felicidades.
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