En este decimo aniversario, la organización ha trabajado duro para traer al mejor cartel posible de equipos y corredores. El Salomon Santiveri con Kilian Jornet, Miguel Heras, Tom Owens, Lightfoot, la Selección Italiana, Andorrana, Catalana, Vasca y corredores de tan lejanas tierras como Rusia o Argentina entre otros, es un ejemplo de ello.
Bueno, después de saludar a varios corredores, nos adentramos los hermanos Lozano y yo en la zona de control de material.
Homenaje a los 11 corredores que han finalizado la carrera en todas sus nueve ediciones anteriores y con la novena campanada de la iglesia de Zegama, pum!!!
Salida, tengo como objetivo de carrera intentar seguir a la Campeona del Mundo y dos veces ganadora de la Zegama Aizkorri, la italiana Emmanuella Brizio, para ver si con su ritmo consigo bajar a 4 horas 45 min (el año pasado hice 4 h 57 min).
En la salida suele ser habitual que la gente salga rápido, lo cual no me preocupa ya que en pocos km la misma carrera nos coloca a cada uno en nuestro sitio. Una vez salimos de Zegama nos enfrentamos a las primeras rampas en la que enseguida localizo a la italiana pero en pocos metros me percato que delante de ella va la francesa Corinne Favre, así que no dudo en ponerme a rueda de la francesa. Antes de acabar esta primera cuesta ya se ha estirado el pelotón y una vez llegamos arriba, llaneamos por los bosques de coníferas en fila de a uno.
Pasan estos primeros km a un ritmo rápido pero cómodo y poco a poco nos espera el primer avituallamiento, posterior control y primer baño de multitudes, donde igual están Eneritz y sus aitas. Al igual que la ley de la gravedad todo lo que sube baja, así que nos disponemos a bajar con los ánimos de la afición a lo lejos.
Aplauso, ánimos, gritos…, nos acercamos al control, km 7,1, pico el reloj, min 40, dos minutos por debajo de las expectativas para llegar a las 4 h 45. Miro a la gente en busca de caras conocidas pero ni, veo ni oigo a nadie familiar. Después del llano nos enfrentamos a la dura pendiente habitualmente llena de barro que hace que la mirada vaya al suelo, cuando de repente oigo una voz conocida “Txapel, venga Txapel !!!, Asier, Zuri animad a osaba”, levanto la cabeza y veo a mi hermano y Maite con los geme (Asier aplaudía ayudado por mi hermano, mientras Zuri permanecía boquiabierta absorta por el bullicio y griterío del publico). Me acerco lo más posible, les saludo efusivamente para que los geme me vean entre tanto corredor y continúo por la cuesta llena de público a ambos lados. Unos metros más arriba se le oye a Imanol Llano de fondo animando a los de Amurrio. Sus ánimos me informan que detrás mío vienen Jon y Javi Lozano y seguimos para adelante animados por muchas caras conocida, Rubén Larrinaga, Harkaitz Zamakona, Haritz Iturbe…
Avanza la carrera subiendo y llaneando, en un día soleado que nos brinda la oportunidad de disfrutar de unas vistas preciosas con el Aratz y el Aizkorri a mano derecha, próximos montes a coronar.
El Aizkorri monte emblemático donde los allá, hace sombra al Aratz en esta carrera, lo cual no le hace justicia. Este último en su primera parte de ascenso podemos disfrutar por unos bosques con piedras escondidas bajo una alfombra de hojas que hace más entretenido y divertida la carrera. Una vez salimos de estos bosques, nos enfrentamos a la parte más dura del ascenso, característico donde los allá por su bellísima cumbre pelada y pedregosa. El Aratz, es otro punto en el que la acumulación de publico facilita el ascenso. El calor empieza a hacer acto de presencia y las gotas de sudor que gotean por la nariz son una constante, más aun en los tramos más duros en los que subimos andando inclinados para adelante apoyándonos las manos en la rodillas. El público anima, grita y aplaude, mientras busca el nombre de los corredores en sus listas de dorsales.
Hacemos cima, km 16,5, miro el reloj, 1hora 54 min, un minuto por debajo. Jon Lozano viene detrás, “Gaizka, vamos bien de tiempo?” me pregunta, “de cojones” le contesta. Tiramos para abajo con ganas de llegar en breve a la cueva de San Adrian. Le comento a Jon que en breve llegamos a Santi Spiritu y que aproveche ahora para comer y beber. Un día tan caluroso como hoy es elemental llevar una disciplina estricta en la comida y bebida, de lo contrario las pájaras, calambre y demás no será difícil que aparezcan.
Llegamos a la famosa cueva de San Adrian, Calzada Real perteneciente al Camino de Santiago, lugar de paso en la Edad Media como vía de comunicación de Castilla con Europa.
Una vez atravesada, nos enfilamos por Santi Spirutu al tan temido y ruidoso ascenso a Aizkorri, son 2 km de recorrido desde Santi Spiritu hasta la cima, en el que tenemos que superar un desnivel de 500 m.
Justo antes de llegar a este punto, le comento a Jon que ahora llega Aizkorri, media hora de ascenso, que hay que subirlo con calma y que en el avituallamiento que nos ofrecen la organización, justo antes del inicio del ascenso, aproveche para comer y beber.
Llegamos al avituallamiento, bien, 4 min por debajo de lo planeado, la marea humana chilla, grita, anima y aplaude. Mientras estoy bebiendo agua y cogiendo unos geles oigo de fondo a mi hermano, le digo que si con la cabeza sin mirarle para que se percate de que ya le he oído, me giro, me acerco y le veo con los geme en brazos, a los que les pincho con en el dedo en la tripa en un par de segundos de relajación y disfrute. Tiro para arriba con las manos en las rodillas mientras bebo el agua y guardo los geles. Levanto la cabeza y le veo a Eneritz en mitad del estrecho camino de dos metro que ha dejado la afición. Me enseña el bidón de recambio, se lo cojo, le doy el mío vacio y entre el griterío me dice “venga que vais dos”, quise entenderle que hacía alusión a que Jon venia conmigo pero posteriormente en meta me confirma que lo que me había dicho era “venga, me cagüen zotz”. De mientras Maribel sentada en el suelo no pierde la oportunidad para sacar una instantánea.
Continuo el ascenso extrañado por no haberle visto a Ángel, cuando de repente le veo cámara fotográfica en mano como reportero deportivo que no quiere perder la foto de la carrera “Venga Txapel, le tienes a Felipe ahí”.
A decir verdad, no sé a lo largo de cuantos metros se alarga este pasillo humano pero son momentos en los que vas flotando, no hay cansancio, no hay dolor, no hay sufrimiento, los ánimos, gritos y aplausos de la gente te suben en volandas. Lo malo viene cuando esa multitud de gente baja en cantidad y también bajo yo de esas nube en la que durante unos minutos me han mantenido.
Una vez en la tierra de nuevo, noto el exceso del calentón y es momento de regular, concentrarse e intentar imprimir un ritmo constante.
Ya sin casi afición, me encuentro de nuevo con Harkaitz Zamakona que me hace sacar la sonrisa haciendo referencia a responsabilidades adquiridas por mi parte hace pocos días.
Vamos subiendo para arriba a un buen ritmo cuando levanto la cabeza y le veo a Felipe Larrazabal (miembro de la Selección Vasca), al que Ángel me había hecho alusión antes. Miro para atrás y no le veo a Jon. Ya no queda mucho, se oye al público en la cima, el gentío es impresionante, se agolpan a ambos lados, en estos últimos metros la sensación es lo más parecido a ser un ciclista de Eskaltel subiendo al Tourmalet. Fruto de la emoción pego un grito de ánimo “venga cojones” y hago unos aspavientos con los brazos animando al público, lo que provoca un rugir conmovedor a través de este pasillo cada vez más pequeño. La euforia de algún aficionado hace que me den palmadas en la espalda y te empujan para ayudarte en estos últimos metros y por fin, cima.
Avituallamiento, agua y pico el reloj, dos minutos por debajo, bien. Aitor y Beñat Garate (vecinos de mis aitas) me esperan con los geles, ahí están, cojo los geles, uno me lo tomo y el otro lo guardo. Ahora toca el tan bonito como técnico cresterío hasta el Aitxuri. Es un tramo muy complicado en el que la prudencia debe prevalecer, las piernas están cansadas y cualquier descuido puede suponer un abandono.
Da la impresión de que cuando ya has subido Aizkorri, ya ha pasado lo peor, pero nada más lejos de la realidad porque ahora a la complejidad del terreno por el que “corremos”, le tenemos que sumar la pendiente ligeramente ascendente hasta llegar a la cima de la carrera, el Aitxuri (1551 m).
Justo antes de llegar a este, me pasa como un obús la italiana Emmanuella Brizio, a la que en ese momento ocupaba la segunda posición (en primer lugar iba la integrante de la selección vasca, Ohiana Kortazar), ni se me pasa por la cabeza seguirla ya que lleva un ritmo brutal.
Coronamos la cima de la carrera, km 24 igualando el tiempo previsto.
Ahora toca la bajada a Oltze, más comúnmente conocida como “ostiagorri”, con eso lo digo todo. Las piernas no están para chulearse y los cuádriceps son castigados sin descanso hasta llegar al siguiente control con dos minutos de ventaja.
Parece accesible cumplir el objetivo de bajar de 4.45 pero aun tenieniendo buenas sensaciones, todavía queda mucha carrera.
El calor aprieta de lo lindo, más aun en este tramo hasta las campas de Urbia. Por ello, en todos y cada uno de los avituallamientos bebo agua y me hecho otro vaso por la cabeza. Además de esto llevo un cinturón con un botellín de líquido con bebida energética.
Vamos un grupo de tres, un corredor, yo y un aficionado grabando con una cámara pequeña en la cabeza. Le dejo adelantar al Spielberg de turno, ya que no quiero que se vea afectado por los gases que quiero y debo expulsar. Muchos os reiréis pero no sé que es peor, tirarte un pedo cuando no quieres, o no poder tirártelo cuando quieres.
Los problemas gástricos continúan, no voy cómodo, aminoro el ritmo, se me van Spielberg y compañía y por fin, como Rossi en Montmelo, abro gas. Uff, que alivio, esto es otra cosa, tiro para adelante pero, ups !!!, vuelven los problemas pero esta vez no son gases, joder, me separo unos metros del camino e improviso un baño sin cadena. Veo como me adelantan corredores pero ellos no me ven, je, je, je.
Después de quitar peso, continuamos con la carrera.
Lo malo de todo esto, no es solo el tiempo perdido, sino la falta de concentración antes, después y el volver a encontrar el ritmo. Menos mal que alcanzo a dos corredores, uno de ellos es Oier Ariznabarreta (miembro de la selección vasca), “¿Qué te ha pasado Oier?” Le pregunto, “me dan calambres en las piernas”, me contesta. Está marcando un buen ritmo al que me interesa seguir, “venga vamos a apretar un poco y cogemos a esos dos de rojo” me comenta.
Llegamos a Urbia, miro el reloj 8 minutos de retraso, joder.
Aquí tiene que estar el amurriarra Iñaki Elorza para darme otro botellín y geles. Dicho y hecho intercambio de botellines y se pone a correr con migo junto con 5 o 6 chavales hijos y amigos de este, junto con Gorka Juaresti. Ahora toca subir Andraitz, ultimo monte de carrera y esta compañía va a venir de lujo. Los ánimos por pate de Elorza no cesan “Venga Gaizka, animo, ahí, venga” y sus hijos y compañía hacían lo mismo corriendo y andando a mi lado haciéndome la subida muchísimo más agradable. “¿Hasta donde hemos dicho que le íbamos a acompañar?” le preguntaba Elorza a uno de los jóvenes promesas, “hasta arriba si hace falta” contestaba uno de ellos eufórico.
Enlazo con dos corredores que van juntos. Más tarde por los ánimos del publico me doy cuenta que son los hermanos Arrieta (uno de ellos quedo el año pasado quinto). Tengo que seguir su ritmo y esto me resulta mucho más sencillo con la ayuda de los jóvenes amurriaras que me acompañan casi hasta la parte alta de la montaña, eskerrik asko !!!
Una vez arriba, ya ni me fijo en el tiempo, el plan se ha derrumbado, así que simplemente trato de avanzar. Empieza el descenso en el que adelanto a los dos hermanos Arrieta, me acerco a otro corredor al cual animan “venga Llanos”, no jodas, Hektor Llanos pienso, no puede ser, le adelanto más por la curiosidad que por la necesidad de sobrepasarle y confirmo que es él, con la cara bastante desencajada.
Venga, Gaizka, ya prácticamente es todo cuesta abajo, quedan 10 km, hay que pensar en positivo, el ritmo es bueno, adelanto corredores, voy bastante suelto, los km pasan, miro el reloj y me da un pequeño bajón al percatarme que prácticamente voy a hacer el mismo tiempo del año pasado. Tengo a un corredor a tiro pero no le recorto metros, me adelantan dos corredores que van bastante fuertes, joder, los km no pasan, se me está haciendo largo, venga Gaizka, venga, ya queda menos, le recorto a este corredor, le paso, tengo que bajar el tiempo del año pasado, últimos tres km, se oye ya la megafonía del pueblo, dale Gaizka, dale, asfalto, escaleras, voy a tope, empieza la gente, veo a mi hermano, me anima, entramos en la zona vallada, tengo un corredor a escasos 5 metros, levanto los brazos para calentar al abarrotado público, el otro corredor mira para atrás, sprint, aprieto, el otro corredor también, voy a tope, la gente se calienta, sube el volumen, no le alcanzo, aprieto y meta quedando a dos segundos de este corredor. Hemos dado espectáculo, que bonito final a tope.
Tiempo final 4 horas 56 minutos, uno menos que el año pasado.
Sinceramente, muy poco me importaba quedar el 79 o el 78 pero creo que el público allí presente se merecía algo más que ver llegar a corredores trotones de manera progresiva.
Bonito final, a tope esprintando hasta el último metro, consiguiendo levantar las voces y aplausos de los presentes. Creo que el público se merecía esto y más.
Una vez en meta hablo con Igor Quijano (eskerrik asko por las fotos), con Txus Romon y me reúno con los míos para comentar la carrera.
Ducha, un par de potes y a comer a la venta de Otzaurte.
Deportivamente el resultado hay que ser realista, ha sido negativo, quería haber bajado de 4 horas 45 min y al final me he quedado en 4 horas 56 min, únicamente un minuto menos que el año pasado.
Por otro lado, personalmente el recuerdo que me llevo de la carrera es impresionante. El pedazo de día que hacía, las vistas que he disfrutado, el inmejorable ambiente del que hemos disfrutado, las imágenes que me llevo de los míos en cada sitio de paso, los que me han llevado avituallamiento, los conocidos, todo el público en general…
Pienso que tarde o temprano si hubiera quedado en “x” puesto o hubiera bajado de “x” tiempo, dentro de unos años eso no lo recordaré, pero lo que nunca se me borrara de la cabeza será la sorpresa de la presencia de los geme, el ” venga que viene dos” malentendido de Eneritz, el “venga que está ahí Felipe” de Ángel, el verle a Maribel sacando fotos sentada en el suelo o la subida a Andraitz con toda la chavalería…, todo esto no se borrará de mi mente en la vida.
PD: A muchos había dicho que si hacia buen tiempo este año podía ser mi última Maraton Zegama-Aizkorri pero tanto la insistencia de Eneritz en volver a este maratón como mi mal resultado, hace que si el año que viene tengo dorsal vuelva a correr tras la novena campana del reloj de la iglesia Zegama.
Próxima carrera: 25 de julio - Integral Picos de Europa (75 km – 13.000 m acumulado), es muy difícil hacer una carrera tan dura, y no lo digo yo, lo dice gente como Txus Romon o Zigor Uturrieta (dos referentes del ultrafondo mundial).
Zegama me ha salido mal pero el trabajo esta bien hecho, asi que los resultados ya llegaran, ahora, a seguir entrenando.
Datos de Carrera:
Km: 42, 192 km
Desnivel: 5.472 desnivel acumulado
Pulsación media: 158 ppm
Pulsación máxima: 177 ppm (en el sprint de meta)
Ritmo medio: 6,57 min/km
Velocidad media: 8,6 km/ hora
Masculino Femenino
Kilian Jornet Oihana Kortazar
Tom Owens Emanuela Brizio
Miguel Angel Heras Gobert Maud
Clasificación Maraton Zegama Aizkorri
Video de la carrera (reportaje eitb)
Video de la carrera (reportaje goierri telebista)
Video de la carrera (la carrera vista desde dentro)
Video de la carrera (la carrera vista desde dentro: el cresterio de Aizkorri...)
4 comentarios:
zorionak gaizka!! sin esos problemas gastricos seguro hubieses llegao a tu objetivo, aun asi gran carrera, suerte en la integral
Eskerrik asko Mikeldi, encantado de haberte conocido. A ver si la proxima vez charlamos un rato.
Txapel
Animo txapel,,que no hayas echo lo previsto,no quiere decir ni mucho menos que lo hayas echo mal, en esos tiempos recortar unos minutos ya es dificil, y tienen que salir las cosas redondas,pej no problemas gastricos.Se nota que has disfrutado y eso como tu dices es lo que queda,somos competitivos y a veces nos nublamos con los tiempso, cuando alredodor hay muchas cosas con las que disfrutar.
Te corroboro lo de Picos, es brutal, yo tengo buen recuerdo de ella proque me salió bien,pero no vuelvo para competirla,para estar adelante es peligrosa y tienes que arriesgar mucho.
Un consejo,no te calientes, y en las primeras bajadas guarda cuadriceps que te harán falta, y sobre todo como te dije en elemail ,e Vega de Sotres, come y bebe mucho, Jidiellu es muy muy duro.
saludos
un abrazo
agur
el proximo dia que estemos claro que charlaremos, el otro dia me pillaste con prisa que tenia que currar de noche,(y que me puse hasta nervioso cando te vi, he leido todas tus cronicas y pa mi eres la leche, jejej)
haz caso a samu respecto a la integral que de esto sabe un rato
agur
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