Al corredor francés del quipo The North Face se le ve con ganas de hacer un buen papel en la prueba francesa e intentará que el trofeo se quede esta vez en el país galo. Aunque él no se ve entre los favoritos, será uno de los corredores más vigilados en Chamonix.
La edición del año 2009 supuso un punto de inflexión en la carrera de Sebastien Chaigneau en el mundo de las carreras por montaña; su segunda plaza, tras el intratable Kilian Jornet, le convertía en uno de los corredores de referencia, no sólo en su país, sino internacionalmente. Tras los problemas de 2010, Sebastien tiene entre ceja y ceja hacer un buen papel en casa. No se incluye entre los favoritos, pero deja una ventana abierta al asegurar que “nunca se sabe ; si ese día tengo buenas sensaciones… “
¿Cómo te estás entrenando de cara al UTMB?
No he seguido ningún entrenamiento específico de cara al UTMB. De hecho, desde hace cinco años, esta carrera está incluida dentro de los objetivos de la temporada. Por ello, a lo largo del año, mi entrenamiento evoluciona hasta esta prueba, que también me sirve para mejorar mi nivel de cara a mi otro gran objetivo, Diagonale des Fous en La Réunion. Eso sí, algunas semanas antes del UTMB me concentro en entrenar en un campus de trail running.
¿Cuál es tu principal objetivo en la carrera?
Mi primero objetivo es poder acabar la carrera y disfrutar de ella hasta el final. Tras conseguir eso, ya veremos, pero creo que va a ser difícil hacerlo mejor que en 2009 –fue segundo-. Pero nunca se sabe; si tengo buenas sensaciones ese día… Pero sería feliz si consigo acabar entre los 10 primeros clasificados.
¿Estás siguiendo algún plan de alimentación específico?
Antes de la carrera suelo tomar un menú secreto y, aproximadamente dos horas antes del comienzo, me tomo un trozo de pastel energético de Overstim’s. Con esto, estoy a tope de energías durante los primeros kilómetros de carrera.
Durante la carrera trato de comer cada media hora, bien un gel o una barra y también trato de beber bebida energética de forma continua. Y en cada checkpoint, tomo una sopa de sales.
¿Cómo te mantienes motivado a lo largo de tantos kilómetros?
No paro de pensar en la línea de meta, pero sobre todo intento fijarme cada cima de cada montaña o colina como objetivo. Cada etapa es como un objetivo diferente. Probablemente, este año también tendré en la cabeza las buenas sensaciones que tuve en mi participación en el año 2009, cuando fui segundo. Esta sí que puede ser una gran fuente de motivación. También pienso en mis hijos, mi mujer, mi familia a los que veré en cada checkpoint. Es una gran ayuda.
¿Qué es lo que más disfrutas del UTMB?
Creo que es el evento más importante del mundo del trail running. Es una fiesta excepcional y Chamonix es un lugar mítico. No conozco ninguna otra carrera en la que haya estas vibraciones que yo siento en la línea de salida y en cada uno de los checkpoints, con un montón de gente alrededor… es mágico. Asimismo, podemos reunirnos con los mejores corredores por montaña del planeta. En general, es una cita increíble y que me ha cambiado la vida desde mi segunda plaza de 2009. Por eso el UTMB tiene un sabor especial para mí.
¿Quiénes ves como favoritos al podio?
Por primera vez no voy a ser original, pero creo que Kilian Jornet es el mejor corredor del mundo desde mi punto de vista y también es un buen amigo. Tras él, en los puestos de honor estarán Michael Wolf, Jez Bragg, mi amigo japonés Kaburaki, Miguel Heras y François d’Heane, el corredor francés al que mejor se le dan estas distancias.
¿Qué es esencial para ti en una carrera como esta?
Es esencial que el material sea lo más ligero posible y, sobre todo, que te permita estar cómodo hasta el final de la carrera. Por ello he estado trabajando en mi mochila; es una concepción propia, ya que cada detalle es importante y he trabajado este aspecto con The North Face, al igual que con mi ropa y zapatillas.
También opino que es necesario llevar el material que exige la organización y ha sido un buen cambio el que ha habido este año, ya que los Alpes tienen grandes desniveles y es preciso que vayamos lo más seguros posible para estar preparados para cualquier cambio en el tiempo. Hay que recordar que la que manda aquí es la montaña.
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